La relación de las personas con la informática y con la tecnología en general se hace cada vez más estrecha, y a medida que nacen nuevas generaciones de ‘pequeños expertos’ en estos asuntos, los avances en algunas áreas se van haciendo también cada vez menos extrañas.

En efecto, en la medida en que los nativos tecnológicos asumen y operan con total naturalidad equipos que para algunos adultos son un asunto complejo o imposible, se van dando avances y presentando propuestas cada vez más audaces por parte de los desarrolladores.

Aprovechan información del medio

Es el caso de los robots, que ya empiezan a cumplir funciones mucho menos mecánicas, como las que hasta ahora han hecho y que forman parte esencial de las sofisticadas cadenas de producción en las grandes industrias. En los últimos años se había logrado avanzar en equipos robóticos más caseros, dispuestos a hacer labores de ama de casa y asistentes en oficinas.

Los desarrolladores los habían adaptado a formas humanoides y les habían diseñado programas para que pudieran tener una relación aparentemente humana mediante la posibilidad de sostener diálogos más o menos prefijados.

Ahora, ha surgido un nuevo avance que asegura que los robots en un futuro próximo podrán acercarse y ser más útiles a los humanos, la cual fue una de las conclusiones a que se llegó en la reciente Conferencia Internacional de Aplicaciones Prácticas de Agentes y Sistemas Multiagente.

Juan Manuel Corchado, presidente del comité organizador del evento y vicerrector de investigación de la Universidad de Salamanca, insistió en que la robótica ya no es sólo construir androides, sino que “una parte muy importante es la capacidad de las máquinas de recoger información del medio” en el que se desenvuelven.

Robots emocionales

Corchado destacó la necesidad de que existan “modelos inteligentes y más cercanos a los humanos en el contexto de lo que se llama inteligencia emocional”.

A su juicio, se trata de “gestionar mucha información en tiempo real, muchos datos” y, en este sentido, “es fundamental el análisis de todo ello y la utilización de técnicas de inteligencia artificial para crear algo que sea más parecido a un humano”.

Por su parte, el copresidente del comité científico y presidente de la Asociación Francesa de Inteligencia Artificial, Yves Demazeau, y el director adjunto de SONY Computer Science Laboratory Paris (Francia), François Pachet, coincidieron en resaltar el papel de la ética en el desarrollo de este tipo de aplicaciones.

En este sentido, abogaron por definir “un diseño de aquellos elementos que mantengan un nivel de ética exigible”, aunque recordaron que “los aspectos morales dependen de cada país y de cada población”.

Los japoneses lideran

En la conferencia estuvo presente el robot del profesor Hiroshi Ishiguro, catedrático de la Universidad de Osaka y líder del Laboratorio de Telecomunicaciones Avanzadas que lleva su nombre en Japón.

De nombre Geminoid HI-4, este clon cibernético tiene la capacidad de conversar con humanos, incorpora 12 servomotores para controlar la expresión facial, y posee además capacidad de movimiento de los ojos.

De hecho, a preguntas de los periodistas y en lengua española, el robot resaltó la satisfacción de haber sido invitado a las sesiones de trabajo.