Sistema keniano de “pago por móvil” trata de conquistar Europa

Los africanos ya están en Rumania y pocos dudan de que muy pronto su exitoso sistema se haya insertado en otros países europeos.

Son muy pocos los ejemplos que hay en el mundo empresarial en general y particularmente en el de los emprendimientos tecnológicos, en los que una propuesta de un país emergente llegue a los más poderosos y lo conquiste.

Lo que está ocurriendo con el sistema de pago por móvil creado en Kenia no solo ha logrado en una primera fase este objetivo, sino que lo que se proyecta sobre él es que conquiste Europa y puede ser que se popularice en varios otros lugares del mundo.

El avance keniano

Estos son casos reconfortantes en la medida en que se puede ver el panorama contrario al que estamos acostumbraos en casi todas las áreas económicas y sociales, es decir, que un país que prácticamente para todo depende de las tecnologías foráneas, empieza a exportar productos desarrollados por ellos mismos y adquiere inmediatamente credibilidad y respeto en el medio de las empresas tecnológicas en el mundo.

Como lo reseña la agencia AFP, es el caso de Kenia, en África, cuyo sistema de transferencia de dinero por teléfono móvil parte a la conquista de Europa tras haber revolucionado la vida de millones de personas.

El sistema M-Pesa, que permite a través de un teléfono móvil enviar y recibir dinero y pagar bienes y servicios, se está asentando en Rumanía.

“De África del Este a Europa del Este, resulta extraordinario cuando uno lo piensa”, explica en la capital, Nairobi, Michael Joseph, quien dirige el departamento Dinero Móvil, de Vodafone.

Este gigante británico de telefonía es el principal accionista de Safaricom, el operador móvil keniano más importante, y ha participado en la concepción y el lanzamiento en 2007 de M-Pesa.

El proyecto demuestra que “pueden surgir ideas en el mundo en desarrollo transportables al mundo desarrollado”, comenta.

Desde su lanzamiento, el servicio ha registrado un crecimiento exponencial y por él han transitado 30 mil millones de euros, sólo en Kenia, donde forma parte de la vida cotidiana de la población.

M-Pesa cuenta con unos 18 millones de clientes, de una población de unos 25 millones de habitantes mayores de 15 años, y cada día permite unos ocho millones de transacciones en un país en el que gran parte de la población no dispone de cuenta bancaria.

Factura de agua y taxi

La aplicación, utilizable en los modelos de teléfonos móviles más sencillos, permite pagar las facturas de agua o electricidad, una cuenta en un restaurante, un consumo en un bar o un recorrido en taxi, así como enviar dinero a amigos o familiares.

La cantidad mínima es de ocho céntimos de euro y la máxima de 600 euros. M-Pesa autoriza un máximo de mil 200 euros en transacciones diarias.

El destinatario del dinero puede conservar la suma en su cuenta M-Pesa y utilizarla para pagar un bien o servicio, o bien retirarla en efectivo en uno de los muchos agentes repartidos por el país usando el teléfono y con un documento de identidad.

Estos agentes (con frecuencia tiendas o pequeños quioscos) también permiten ingresar dinero en la cuenta M-Pesa. Algunos comercios o supermercados aceptan, así mismo, abonar dinero en efectivo contra el envío de la suma correspondiente a través de M-Pesa.

Dicho sistema ha sido exportado a la vecina Tanzania, pero también a Sudáfrica, Egipto, Lesoto, Mozambique, República Democrática del Congo, India y Fiyi.

La llegada a Europa

En marzo pasado M-Pesa fue lanzado en un país europeo, Rumanía, donde ya han abierto mil puestos de distribución.

Según Michael Joseph, se ha elegido Rumanía como trampolín en Europa porque la mayoría de los habitantes del país “tiene al menos un teléfono móvil, pero más de un tercio no dispone de acceso al sistema bancario”.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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