Redes Mesh derrotan a la censura del Gobierno chino

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Las protestas en Hong Kong han demostrado el verdadero potencial de las redes de comunicación Mesh, que se construyen de forma espontánea cuando miles de personas usan sus teléfonos y computadores para dar vida a una nueva red de datos que no depende de Internet.

El gobierno de China tiene un fuerte control sobre el contenido que se publica en Internet. Los ciudadanos protestan para exigir democracia. Comunicarse libremente es necesario pero, ¿cómo hacerlo sin que la censura oficial se interponga?

Residentes de Hong Kong encontraron la respuesta en las redes ‘Mesh’, donde los datos se transfieren de un dispositivo a otro, de una persona a otra, sin utilizar el Internet corriente, que está vigilado por la autoridad.

¿Cómo es la

comunicación Mesh?

Una manifestación liderada por la Federación de Estudiantes de Hong Kong exige que haya elecciones democráticas a los líderes de la isla, que a pesar de pertenecer a la República Popular de China tiene su propio gobierno, oficina de inmigración, divisa, sistema educativo, sistema postal e idioma.

El problema para los organizadores de las protestas es que el Internet está fuertemente regulado por las autoridades. La solución que encontraron para coordinar sus movimientos y convocar a más personas a las marchas y ocupaciones vino de la tecnología.

Se trata de las redes Mesh, donde cada dispositivo conectado funciona como una especie de ‘estación repetidora’ de la señal.

Es decir: redes donde no hay infraestructura sólida y estática, como en las redes de telefonía celular, o el Internet. Cada dispositivo conectado hace parte de la infraestructura con la que funciona la red.

Imagine que usted quiere enviar un mensaje a un familiar que vive en la misma ciudad, pero no quiere hacerlo a través de Internet. Afortunadamente su vecino tiene instalada en su teléfono una aplicación Mesh. Cinco casas más adelante, otro vecino tiene la misma aplicación. En el barrio contiguo 10 personas más la tienen. A lo largo y ancho de la ciudad, miles de usuarios tienen dicha tecnología en sus dispositivos.

Cuando usted presiona ‘enviar’, el mensaje sale de su teléfono y viaja exclusivamente a través de los teléfonos de sus vecinos y otras personas de la ciudad, hasta encontrar a su familiar, quien puede leerlo.

Hong Kong es un paraíso

de las redes Mesh

Como es natural, las redes Mesh se fortalecen cuando tienen más usuarios, porque utilizan las señales WiFi de los teléfonos, tabletas y computadores que las conforman. Esos aparatos conectados a la red son literalmente la infraestructura de la red misma; en una red Mesh, su teléfono actúa como el proveedor de Internet de los demás miembros de la red.

Entre más personas estén conectadas, son mejores la calidad del servicio y la velocidad para todos.

Y en Hong Kong, las protestas han hecho que millones de ciudadanos descarguen aplicaciones como FireChat, un sistema de mensajería disponible en Opengarden.com/firechat para Android y iOS de Apple, que utiliza las redes Mesh para transmitir mensajes y fotografías.

La aplicación no está diseñada específicamente para enviar mensajes de forma secreta, pero sí permite crear grupos de chat de hasta 10 mil personas que se encuentren cerca, y cuyos mensajes nunca pasan por el Internet oficial.

Gracias a la cantidad de personas que están usándola en este momento en Hong Kong, los canales de chat pueden ser vistos por usuarios de FireChat en un área que cubre casi toda la ciudad.

Privacidad al estilo Bitcoin

¿Qué tienen que ver las protestas en Hong Kong y las Bitcoins? Sencillo: las aplicaciones Mesh del futuro no sólo van a necesitar que se envíen mensajes de una persona a otra, sino que los dispositivos que conforman la red puedan almacenar y procesar información.

Es aquí donde se encuentran los nuevos protocolos Mesh, como BitCloud y MaidSafe, con la tecnología que hace cuatro años hizo posible la creación de la primera divisa digital: las Bitcoins.

Gracias a esta mezcla de tecnologías, las redes Mesh del futuro podrán almacenar datos sin que la privacidad de sus dueños permanezca en riesgo.

Y hay un valor agregado: precisamente el tipo de tecnología que usan las Bitcoins podría usarse para otorgar una cierta cantidad de dinero a las personas que prestan sus dispositivos para dar vida a la red Mesh. En este momento en Hong Kong miles de ciudadanos usan sus teléfonos para que la red Mesh se beneficie, porque sienten que es su deber en un momento decisivo para la historia política de su ciudad, y quizá de China continental.

En el futuro la motivación para poner su laptop, su Smartphone o su tableta a funcionar como un nodo Mesh podría ser recibir dinero contante y sonante, o más correctamente: contante y digital.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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