Japón hace ciudades inteligentes a prueba de terremotos

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Bancos que se convierten en improvisados fogones, alcantarillas que esconden retretes y paneles solares que proporcionan electricidad durante emergencias. Así son las “ciudades inteligentes” en Japón, un país siempre alerta ante los desastres naturales.

RESUMEN AGENCIAS

Los vecinos de la ciudad de Fujisawa, a 51 kilómetros al sur de la capital nipona, ven cómo el terreno que antaño fuera un complejo industrial de la tecnológica Panasonic, torna poco a poco en una zona residencial plagada de casas prototípicas coronadas con celdas solares y calles transitadas por vehículos eléctricos.

Entre las hileras de viviendas, milimétricamente edificadas según la normativa del lugar, varias lonas cubren lo que pronto serán nuevas residencias. Después de todo, solo se ha construido un 25 por ciento del proyecto urbanístico, y allí moran únicamente 128 de los 3.000 inquilinos que el complejo espera albergar.

Todo en el área está diseñado para ahorrar energía, aprovechar la luz solar y dejar fluir la agradable brisa característica de las dunas Shonan, donde se asienta, que ofrecen una privilegiada vista del icónico monte Fuji cuando el tiempo acompaña.

Tecnología para

un país sísmico

En 1961 Panasonic, con sede en Osaka (centro de Japón), estableció allí su primera fábrica en el este del país asiático. Cuando en 2007 decidieron considerar un nuevo uso para el terreno, lo hicieron pensando en “contribuir a la sociedad”.

Así se gestó “Fujisawa Sustainable Smart Town (SST)”, tomando como base los conceptos de una “ciudad inteligente”, sin olvidar las particularidades de Japón, que se asienta sobre el llamado anillo de fuego, una de las zonas sísmicas más activas del mundo que sacude el país asiático con relativa frecuencia.

Los dos modelos residenciales disponibles están construidos con “materiales resistentes a los terremotos” y vienen “totalmente equipados” para consumir menos, lo que encarece su precio “entre un 10 y un 20 por ciento con respecto a las viviendas convencionales”, explica Hiroyuki Morita, jefe de la división Business Solution de Panasonic.

Su precio va desde los 50 millones de yenes (422.000 dólares) de la casa básica hasta los 110 millones de yenes (928.500 dólares) que cuesta adquirir un modelo más grande pensado para dar cobijo a varias generaciones.

Ecología y ahorro

de energía

Entre su potencial ahorrador destacan los paneles solares del tejado y las células complementarias que generan electricidad para poder usar luz y el agua caliente.

Esta combinación permite que las familias “no tengan que pagar a una compañía eléctrica, porque ellos mismos la producen”. De hecho, si generan excedente, “pueden venderlo para ganar dinero”, aclara la portavoz de la corporación Yayoi Watanabe.

Las familias pueden acceder a los datos sobre el consumo y la producción a través de su propia página web y la “smart TV” que incorporan las viviendas, en las que, entre otras cosas, se pueden ver las cámaras de seguridad instaladas por todo el complejo.

El equipamiento de Fujisawa SST va más allá. La ciudad está bien equipada en caso de emergencia, e incluye elementos funcionales como bancas que se transforman en fogones o paneles solares comunitarios.

El comienzo de las Smart Cities

Todo en Fujisawa SST está previsto, ya que Panasonic y sus 18 socios siguen la política de desarrollo de la ciudad que establecieron en 2010 “como si fuera una Biblia”, bromea el CEO.

Oficialmente inaugurada en noviembre del pasado año, por las calles de esta “ciudad sostenible” nipona han pasado más de 900 visitantes, mientras continúa su crecimiento.

Se trata de una de las por lo menos 18 iniciativas de “smart city” que el sector privado ha impulsado en Japón, y que se suman a los 14 proyectos dependientes del Ministerio de Economía nipón, que esgrime como baluarte sus planes en las ciudades de Yokohama, Toyota, Keihanna (Kioto) y Kitakyushu (Fukuoka).

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EL NUEVO DÍA

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