Debaten legalidad y moralidad sobre máquinas que matan personas

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RESUMEN AGENCIAS

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Expertos y representantes de sesenta países miembros de la ONU se reúnen esta semana en Ginebra para debatir sobre los límites legales y éticos de los Sistemas de Armas Autónomos Legales, conocidos como “robots asesinos”.

Estos equipos -que supuestamente aún no se han desarrollado, pero cuya tecnología para lograrlo sí- podrían tener la capacidad de dilucidar de forma autónoma y sin ninguna intervención humana si es preciso o no matar a una persona.

Reunión de expertos

Para ello deben tener la capacidad de evaluar si el objetivo es civil o militar, si es un soldado “amigo” o “enemigo”, y si es proporcional o adecuado acabar con su vida.

Esta capacidad y el hecho de que exista en la realidad, entraña dudas éticas y legales y es por ello que representantes de sesenta estados miembros de la ONU, bajo el auspicio de la Convención sobre Ciertas Armas Convencionales, han convocado una reunión de expertos para debatir sobre el tema.

Es la segunda convocatoria de este tipo y no se espera que de ésta surja ninguna decisión, ni compromiso, sino “simplemente un poco más de claridad sobre qué son estas máquinas y cómo debemos enmarcarlas y/o delimitarlas”, explicó el diplomático alemán Michael Biontino, presidente de la reunión.

Máquinas autónomas

“Por ahora estamos muy lejos de incluso saber cómo son estas máquinas, qué forma tienen, como serán. De hecho, creo entender que estamos lejos de que existan, porque es muy difícil programar una máquina que tome tantas decisiones por sí sola”, agregó Biontino.

Durante esta semana habrá diversos foros y mesas redondas en donde una treintena de expertos -con distintos puntos de vista- expondrán su conocimiento sobre el alcance de estos sistemas.

La idea es tener cuanta más información posible sobre la tecnología, cómo se podrá usar y controlar y, sobre todo, bajo qué legislación recaerá.

“Por ahora hay amplio consenso en que la Ley Humanitaria Internacional se aplicaría, pero la duda es si hay que legislar específicamente para ellos o no”, explicó el diplomático.

Algunos países y, especialmente, las ONGs y activistas de derechos humanos, abogan porque se cree un protocolo específico que delimite el uso o directamente prohíba estos sistemas, tal y como ocurre con las armas químicas, cuya producción, almacenamiento y uso está prohibida.

“El problema es que para prohibir hay que conocer, y por ahora, no conocemos suficientemente cómo estos sistemas funcionarán. Establecer una definición ahora sería prematuro”, confesó Biontino.

Uno de los aspectos claves es el de la responsabilidad. Quién asumirá la responsabilidad por la acción de estos sistemas.

El segundo tema esencial es el aspecto ético y moral de dejar que una máquina tome la decisión de acabar con la vida de un ser humano.

Credito
EL NUEVO DÍA

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