¿Cómo impacta a los colombianos el nuevo cable submarino de Claro?

El cable AMX-1 puede aumentar la transferencia de datos del país hacia el mundo 50 veces, pero tanto Claro como el Ministerio de las TIC esperan que los colombianos atiendan el llamado y conviertan al país en una “potencia exportadora de datos”, creando contenido y aplicaciones.

Un nuevo cable submarino que ya está en operación permite a la compañía Claro ofrecer tarifas más bajas por más ancho de banda a los colombianos.

La empresa ratificó su compromiso por dar conexión de Internet en áreas del país que todavía no la tienen, en un evento en el que el ministro de las TIC, Diego Molano, estuvo presente.

El cable tiene longitud de casi la mitad de la circunferencia de la Tierra, y la inversión total en él ascendió a los 500 millones de dólares.

Son 17 mil 500 kilómetros de cable submarino

El cable AMX-1 que Claro inauguró esta semana conecta a Brasil, Colombia, Estados Unidos, Guatemala, México, Puerto Rico y República Dominicana. En Estados Unidos el cable tiene dos puntos de llegada: Miami y Jacksonville. En Colombia los puntos también son dos: Barranquilla y Cartagena.

Si se extendiera, el cable llegaría desde Colombia hasta Filipinas, pues tiene una longitud de 17 mil 500 kilómetros; casi la mitad de la circunferencia de la Tierra.

La inversión de la empresa en el mencionado cable fue de 500 millones de dólares.

Pero esta herramienta impresiona por otra medida: actualmente es el más potente de Latinoamérica: según cifras de Claro, la capacidad actual permite subir al menos 53 millones de imágenes en 1 segundo.

La buena noticia es que no es necesario cambiar nada en el cable como tal, que actualmente reposa en el suelo marino a una profundidad de hasta 6.000 metros, con tal de incrementar su capacidad en el futuro.

Claro puede aumentar la capacidad de transferencia de datos si hace una inversión para mejorar el hardware que se encarga de enviar información y energía eléctrica a través del cable.

Por lo demás, es completamente autosuficiente; si bien es cierto que cada 60 a 80 kilómetros es necesario utilizar un dispositivo amplificador de la señal que viaja por la fibra óptica, la energía eléctrica necesaria para alimentar estos dispositivos viaja a través del cable mismo.

¿Cómo se repara?

La única razón por la que es necesario llevar a cabo operaciones de servicio sobre este gigante submarino es cuando sufre daños.

En agosto de 2014 el gerente de producto de Google, Dan Belcher, indicó en una comunicación que los cables submarinos de la empresa están revestidos de Kevlar, el mismo material usado para los chalecos antibalas, pues están expuestos a mordidas de tiburones. Esta práctica es normal en la fabricación de equipos de este tipo.

Terremotos y ganchos de pesca comercial son otros enemigos en el lecho marino.

Cerca de la costa, la principal defensa es el suelo bajo el cual están enterrados, pues en profundidades inferiores a un kilómetro el cable es enterrado a un metro bajo la superficie. Este proceso lo lleva a cabo un submarino especial.

Cuando los daños ocurren, a pesar de todos los mecanismos de defensa, el proceso para repararlo empieza en el punto de amarre en la costa. Los ingenieros que trabajan allí, en turnos de 24 horas los siete días de la semana, pueden rápidamente identificar el punto donde está la falla, con una precisión de un kilómetro.

En el caso del cable AMX-1 de Claro, un barco francés de Alcatel-Lucent es el encargado de llevar a cabo la reparación en el sitio del percance.

El barco está equipado con una especie de cadena de varias anclas que ‘pesca’ el cable del fondo del océano, para luego llevar a cabo el proceso de rescate y reempalme.

Afortunadamente, el hecho de que este equipamento tenga dos entradas al país implica que si llega a haber una ruptura en uno de los segmentos del cable, el segmento contrario puede tomar su carga, haciendo que los usuarios no lleguen a notar una interrupción en la conectividad con el resto del mundo.

Así las cosas, se espera que se garantice una conectividad constante, sin mayores sobresaltos.

¿Qué implicaciones tiene para Colombia?

Cuando Claro indica que su nuevo cable puede soportar la subida de hasta unas 53 millones de imágenes por segundo, la empresa utiliza una medida de transferencia de datos desde Colombia hasta el resto del mundo.

Esto no es gratuito: la tecnología está pensada como una herramienta para dar a los colombianos mayor conectividad. Juan Carlos Archila, presidente ejecutivo de Claro Colombia, confirmó que la empresa empezará a ofrecer un mayor ancho de banda a sus suscriptores a un menor precio, aunque no confirmó si la compañía será la primera en el país en ofrecer conexiones ‘Gigabit’, es decir 1000 Megabits por segundo.

Pero el cable tiene un segundo propósito: convertir a Colombia en una potencia exportadora de datos y de aplicaciones. El ministro de las TIC, Diego Molano Vega, estuvo presente en el evento y resaltó algunas de las ventajas que este tipo de inversiones, por parte de la empresa privada, tienen para el país.

Pero también fue visitado el datacenter de Claro en Bogotá, llamado Triara, una pieza complementaria para la infraestructura de la empresa, pues da la posibilidad de ofrecer servicios de servidores en la nube a los desarrolladores del país.

Es decir, inversión de esta clase hace posible ver a Colombia como una posibilidad real para que desarrolladores de toda la región basen sus operaciones en el país.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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