Comienzan a proliferar las enfermedades tecnológicas

Después de las generaciones del “Baby Boom”, “X” y “Y” tenemos las del “Índice” y el “Pulgar”, que se caracterizan por el uso excesivo de dispositivos móviles digitales, con actividades que están planteando cambios significativos en el cuerpo humano.

Al respecto, Alexandra Yepes, directora del Primer Coloquio Internacional sobre la Salud de los Trabajadores de la Universidad El Bosque, señala que ya en Japón se habla de los “oyayubi sedaj”, o “la generación del pulgar”, jóvenes que usan sus dedos pulgares con gran rapidez y destreza al chatear y desarrollan una gran capacidad para escribir, pero en los que se observa una hipertrofia de los músculos intrínsecos del pulgar y de la base de la mano.

Cambios de comportamiento

Según Alexandra Yepes, si observamos a una persona hablando por celular o enviando mensajes, podemos ver que la cabeza, el cuello, los codos, las manos y los dedos hacen movimientos por fuera de ángulos de confort, en un tiempo prolongado y de manera repetitiva, lo que a corto plazo causa alteraciones en el funcionamiento normal de dichas estructuras.

Según estudio de Cisco, todos los días se activan 850.000 teléfonos inteligentes y se venden 250.000 tabletas. Además, en el primer trimestre de 2012 se registraron más ventas de iPhones que nacimientos de bebés y cada vez es más normal incorporar a cada espacio de la vida dispositivos que facilitan las actividades que a diario se desarrollan, lo que ocasiona un cambio importante en el comportamiento humano y el uso de su cuerpo.

Por tal motivo, la doctora Yepes recomienda que al primer indicio de dolor, acompañado por la sensación de cansancio que aparece cuando se retorna a la posición normal, o cuando cesa el movimiento, se debe disminuir o espaciar el uso de los dispositivos o se puede pasar del dolor a la limitación del movimiento.

Algunas “enfermedades tecnológicas”

Señala la especialista de la Universidad El Bosque que ya se habla de ‘enfermedades tecnológicas’ como la vibración fantasma, en la que la persona siente o escucha la vibración del celular, sin que esto realmente esté sucediendo; la nomofobia, en la que la persona entra en pánico si no tiene consigo su celular; el insomnio adolescente, por el que los niños y adolescentes, debido al uso del celular o Tablet hasta altas horas de la noche, reducen la duración y calidad del sueño, lo que deriva en cansancio, déficit de atención y falta de concentración.

Incluso ya se han reportado algunas dermatitis de contacto en dedos y mejillas por el uso del celular, esto por mencionar algunas patologías.

A nivel cervical, se experimentan dolores y espasmos a nivel del cuello y la cintura escapular, por la postura constante en flexión de cuello durante la lectura en dispositivos móviles, inclusive se han reportado casos de alteraciones discales. A nivel de codos y muñecas se puede presentar tendinitis, lo que genera gran limitación de la movilidad y dolor.

¿Cómo prevenir estos problemas de salud?

Para enviar mensajes, hay que procurar usar las dos manos y alternar los dedos. Se debe vigilar muy bien la postura, no debe usarse mientras se camina o se conduce y se debe estar muy atento a la aparición de signos y síntomas.

Hay que tener especial atención con los niños, que cada vez tienen a su disposición dispositivos tecnológicos a edades más tempranas, en su caso el tiempo máximo de uso debería limitarse a una hora al día.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ

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