La red será invisible, pero se agravará su lado oscuro

La red será invisible en unos cinco o diez años con sistemas nanotecnológicos incrustados por todas partes que facilitarán la conectividad y el acceso digital con métodos más sencillos, aunque aumentarán los riesgos de su “lado oscuro”.

Leonard Kleinrock, ingeniero estadounidense artífice de la primera conexión de datos en internet, dijo que “no habrá que esperar mucho para estar conectados por todas partes, porque la informática se mueve muy rápido con entornos cada vez más inteligentes y sensores cada vez más baratos”.

Este catedrático distinguido de la Universidad de California en Los Ángeles (UCLA) recibirá el Premio Fundación BBVA Fronteras del Conocimiento, con el que ha sido galardonado en la categoría Tecnologías de la Información y la Comunicación.

Internet omnipresente

Su idea de fragmentar los mensajes y usar todos los canales disponibles para enviar los paquetes de datos resultantes, fue en su día un éxito para ordenar el tráfico de información en internet.

Kleinrock, responsable del desarrollo de la llamada teoría de colas aplicada a la conmutación de paquetes de datos, aseguró que pronto habrá sensores incrustados en paredes, uñas, coches y calles.

Irán acompañados de “activadores, micrófonos, altavoces, pantallas, procesamiento lógico, memoria, etc.”, capaces de alertar de todo lo que necesita el usuario a partir de patrones según sus hábitos o gustos.

Por el momento, para la generalización de ese innovador escenario faltarían por resolver desafíos como el de la baterías, que se agotan muy rápido, mientras que se ha avanzado mucho en rango de comunicaciones, añadió.

Sistemas más inteligentes

Se requiere además de mayor sencillez en las interconexiones del usuario, sin tanto teclado para comunicarse, ni necesidad de bajarse aplicaciones y más aplicaciones. Los sistemas deberían ser “más inteligentes” manejados a partir de gestos, movimientos o el tacto.

Esta nueva relación con internet es todavía “incipiente”, aunque empieza a abrirse camino y pronto convertirá las interacciones virtuales en algo como la electricidad, con la que uno convive sin darse cuenta.

“Internet será como un sistema nervioso mundial onmipresente con todo el mundo conectado”, añadió.

“¿Cómo será el proceso de madurez de internet, acabará convirtiéndose en un adulto responsable o en un delincuente?”, se preguntó con inquietud el experto.

Ingenuidad inicial

Al inicio cuando la red fue concebida, “no teníamos para nada interiorizado el planteamiento de impedir el acceso a la misma para protegernos porque se compartía todo y no se preveía que habría malos en ella”.

Luego surgieron problemas, como los virus, el “spam” o correo electrónico no deseado y posteriormente cosas mucho peores, como pornografía, redes de cibercriminales organizadas o ciberterrorismo.

“Todo esto me parece muy preocupante”, subrayó. Se cometen crímenes por parte de Estados, se planifican asesinatos, se destruyen sistemas sanitarios, infraestructuras e incluso se impide el acceso virtual a poblaciones enteras, relató.

Seguridad en el futuro

Se trabaja en soluciones como el cifrado homomórfico de las comunicaciones, que consiste en cifrar los datos transmitidos y los programas que los procesan para que en caso de sabotaje no sean identificados los mensajes.

Otra opción de seguridad pero que no le satisface, sería el establecimiento de redes individuales dependientes de distintas entidades, aunque con el riesgo de segregar internet como red global que le ha dado su éxito.

También podría trocearse la información en su transmisión y diseminarla por distintos canales aunque es una opción “más complicada”, opinó.

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