Antiterroristas, impotentes ante las mensajerías codificadas

“Todos los procedimientos antiterroristas contienen hoy su lote de mensajes codificados. Por ello es difícil descubrir si hay o no un proyecto de atentado, e incluso saber el avance de su preparación, porque no somos capaces técnicamente de descodificarlos”, resume un alto oficial francés de la lucha antiterrorista que pidió el anonimato.

Ahora, la cuestión para los investigadores es menos obtener las facturas telefónicas detalladas o realizar escuchas telefónicas que “hacer hablar” a los datos que transitan por internet a través de computadoras y smartphones.

Terror por las redes

Ese análisis puede resultar decisivo, en particular en la búsqueda de eventuales cómplices o emisores de órdenes. “Cuando hay un proyecto que desbaratar o cuando se ha cometido un atentado, estamos en situación de urgencia” y “la rapidez es crucial”, afirma un policía de los servicios antiterroristas.

Detenido el 26 de junio pasado después de atacar una fábrica en los Alpes franceses y asesinar al patrón de la empresa para la que trabajaba, Yassin Sahli negó tener motivaciones terroristas. “Pero analizando su teléfono, constatamos que envió a un número canadiense, a modo de trofeo, una foto de él junto a la cabeza decapitada de su víctima. Lo hizo vía Whatsapp”, señala una fuente cercana al caso.

“Tuvimos suerte porque ese número estaba hermanado a uno de la guía que era el de un yihadista francés instalado en Siria y fichado. Gracias a la madre de éste último, que se comunica con él por Whatsapp, pudimos descubrir la conexión terrorista con Siria”, agrega la fuente.

‘Puerta secreta’

Otro ejemplo, el caso de Sid Ahmed Ghlam, sospechoso de haber querido atacar una iglesia en la periferia de París en abril pasado. Estudiante de informática, solía codificar sus comunicaciones y registrar los números en su teléfono con un alfabeto cifrado.

“Pese a ello, porque lo hizo mal o porque olvidó hacerlo, no cifró todo. Si lo hubiera hecho, quizás no habríamos podido acceder a las órdenes que él recibía desde Siria”, añade la misma fuente.

En las filas de la organización Estado Islámico (EI) hay ingenieros informáticos experimentados y la revista en francés de EI Dar-al-Islam transmite las “reglas de seguridad para el musulmán en tierra de infieles y de guerra”.

La ‘seguridad nacional’

Después de los atentados perpetrados en enero pasado en París, varios estadistas, entre ellos el estadounidense Barack Obama y el británico David Cameron, afirmaron que esas mensajerías ponen en peligro la seguridad nacional.

Credito
AFP

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