Cuestionarnos a diario sobre cómo será la existencia dentro de unas décadas, sin duda alguna, se convierte en una de las inquietudes más interesantes para el ser humano. ¿Habrá un mundo habitable en 100 años? ¿Cómo será la tecnología para ese entonces? ¿Qué tan preparadas estarán nuestras generaciones? Estas son solo algunas de las preguntas que podríamos responder, si hacemos, como ocurre en la ciencia ficción, un viaje al futuro.

Sin embargo, aunque parezca imposible ver más allá de un par de décadas, académicos de la Universidad de Westminster (Reino Unido) y un equipo de profesionales de la compañía SmartThings (perteneciente a Samsung) dieron a conocer un informe sobre cómo, en 100 años, el progreso de la tecnología permitirá desde ciudades en forma de burbujas habitables hasta ‘rascacielos’ subterráneos. ¿La clave? La arquitectura combinada con el internet de las cosas.

“La revolución de los ‘smartphones’ está marcando el comienzo de la revolución del hogar inteligente, y esto tendrá consecuencias muy positivas sobre la forma en que vivimos. Nuestros hogares son cada vez más inteligentes y ya pueden detectar la presencia de personas, mascotas, humo, iluminación y humedad. Esto no es más que el principio. Aunque muchos no llegaremos a ver ese impresionante 2116, el futuro ya está casi aquí”, afirma James Monighan, uno de los responsables del proyecto denominado ‘SmartThings Future Living Report’.

El uso de productos de limpieza y envases de plástico se reducirá con conceptos como autolimpieza y autorreparación, por medio de tecnologías como la biomimética. Esto cambiará por completo la necesidad de gastar dinero en el mantenimiento de las cosas.

Con todo, no es muy descabellado imaginar que será posible tomar vacaciones virtuales, pues, según dicho estudio, se lograría por medio de electrodos que se conectarán a la cabeza. El software de la computadora del individuo generará los sonidos, el movimiento e incluso los olores en la mente.

Y es que desde la manera en la que interactuamos con los demás, hasta nuestras mismas posibilidades de viajar a nuestro trabajo hacen parte del rápido progreso de la tecnología y cómo esta ha cambiado de manera drástica nuestra manera de vivir en los años más recientes. Por tal motivo, ciudades burbuja, edificios subterráneos, megarrascacielos y drones capaces de transportar casas son algunas de las predicciones de dicho estudio.

Viviendas subterráneas y rascacielos

Según el documento, en el próximo siglo tendremos ‘rascacielos’ subterráneos (edificios que irán hasta 25 plantas bajo el suelo) y ciudades enteras bajo el agua, gracias a enormes burbujas que harán habitable ese espacio.

Los avances en paneles solares como fuente de energía limpia y renovable permitirán la creación de comunidades subacuáticas capaces de procesar su propio oxígeno, así como de suplir sus necesidades eléctricas con el hidrógeno obtenido en el mar. Mejor aún, estas ciudades podrán moverse, para eludir el mal clima.

También se prevé grandes avances en la construcción de edificios, con la implementación de nanotubos de carbono, que reemplazarían los refuerzos usados actualmente y harían las construcciones 17 veces más fuertes, así como nanofibras de diamante en lugar de los cables de acero, con una resistencia 100 veces mayor a solo un sexto de su peso.

Los rascacielos de un kilómetro de altura serán algo habitual: ciudades verticales en donde vivirán millones de personas.

Drones, el nuevo medio de transporte

Los expertos están convencidos de que los drones se convertirán en el medio de transporte más utilizado. Los más grandes y poderosos serán capaces de mover casas enteras, de manera que podremos viajar por el mundo llevándonos nuestro hogar.

Quien prefiera vivir en otro planeta también tendrá esa posibilidad, gracias a los vuelos comerciales a la Luna y, más tarde, a Marte.

Paredes virtuales

Los hogares serán controlados por medio de una nueva generación de software que aprenderá sobre nuestros patrones de vida y sugerirá la configuración adecuada para las paredes, muebles o complementos que luego se imprimirán en 3D. Las construcciones tendrán la capacidad de adaptarse a las necesidades de los habitantes y a las condiciones del ambiente, como abrir o cerrar espacios para regular las condiciones climáticas.

Vivienda y alimentos en 3D

La impresión 3D será igualmente fundamental en nuestra nueva forma de vida. Con esa tecnología, aseguran los investigadores, serán construidas nuestras casas. Las paredes serán pantallas LED que nos permitirán cambiar la decoración a nuestro gusto con tan sólo apretar un botón.

También se convertirá en algo normal la comida impresa en 3D: descargaremos de internet los platos estrella de nuestro chef favorito y los prepararemos en pocos minutos.