¿Puede Barack Obama perdonar a Snowden?

La elección Donald Trump como próximo presidente de los Estados Unidos y el cambio de relaciones con Rusia que su presidencia puede generar hace pensar a muchos que el futuro de Edward Snowden está en juego.

Snowden, quien trabajaba como contratista para la agencia gubernamental norteamericana NSA, denunció actos ilegales de espionaje que esta agencia llevaba a cabo de forma regular, en contra de ciudadanos de ese país y de muchos otros países en todo el mundo. Después de publicar la información, Snowden se refugió un tiempo en Hong Kong y finalmente en Rusia

Cuando Trump asuma la presidencia, una de las posibilidades que tiene el primer ministro Vladimir Putin es la de extraditar al excontratista de la NSA a Estados Unidos para que sea juzgado en ese país.

La única forma de asegurar que el ciudadano norteamericano esté a salvo de ser juzgado por traición a causa de la información que reveló, sería que el actual presidente Barack Obama, en sus últimos días en la presidencia, le dé un perdón oficial.

Esta semana, durante una entrevista con el diario alemán Der Spiegel, el presidente Obama indicó que no podía perdonar a Snowden. “No puedo perdonar a alguien que no ha comparecido frente a una corte y se ha presentado a sí mismo, por lo tanto es algo que no puedo hacer en este momento” afirmó Obama.

La afirmación es falsa: no sólo Gerald Ford perdonó a Richard Nixon antes de que fuera procesado, sino que el mismo Obama este mismo año perdonó a 3 ciudadanos iraníes-americanos antes de que se llevara a cabo un juicio para ellos.

Adicionalmente, una sentencia dictada por la Corte Suprema de ese país hace 150 años aclara sin duda que el presidente sí tiene esa capacidad.

Es decir: Snowden podría ser perdonado por Obama, pero el actual presidente ha preferido no actuar frente a este caso de un ciudadano americano, que reveló información vital para que el país revise y corrija la forma en que recopila y da acceso a la información de sus propios ciudadanos y de personas en el resto del mundo.

Credito
EL NUEVO DÍA

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