Vehículos conectados: constructores y tecnológicas ante múltiples retos

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
Seguridad ante los hackers, fiabilidad de la conexión a internet, interrogantes éticos y jurídicos: el vehículo del futuro se enfrenta a numerosos desafíos que los constructores y las industrias tecnológicas intentan resolver con una mayor colaboración.

Tras una tímida aparición en 2016, los prototipos de vehículos conectados comienzan a hacerse presente con sus ofertas este año.

Existen propuestas como la de pagar la gasolina desde el panel de instrumentos de un Jaguar, recibir previsiones de tráfico y recomendaciones de restaurantes a través del asistente numérico de un simulador Seat.

Otros vídeos muestran camiones de Volvo en la autopista con el asiento del conductor vacío.

Las industrias del automóvil y de las telecomunicaciones tienen ante sí un doble objetivo: el vehículo conectado, un futuro “teléfono inteligente sobre ruedas” que abrirá la puerta a múltiples aplicaciones, y a largo plazo el vehículo autónomo sin conductor.

Pero los obstáculos siguen siendo numerosos.

“Los vehículos conectados plantean un serio problema en cuestiones de ciberseguridad”, reconoció Jeff Massimilla, encargado de ciberseguridad en General Motors.

El mayor temor es que un hacker mal intencionado pueda tomar el control de un vehículo conectado pirateando su sistema informático como haría con un ordenador.

Varios vehículos conectados fueron pirateados durante unas pruebas en 2015.

Y los ataques informáticos contra objetos conectados se multiplicaron por 4,5 entre 2015 y 2016 según cifras presentadas por Masayoshi Son, director ejecutivo del gigante japonés de las telecomunicaciones Softbank.

En este sentido, “los proveedores de componentes automovilísticos están muy retrasados (...) Hay un abismo entre los objetivos de la industria y el estado en que se encuentran hoy en día”, analiza Ofer Ben-Noon, director general de Argus Cyber Security.

“No podemos llegar allí solos”, reconoce Ogi Redzic, encargado de la sección de vehículos conectados en Renault-Nissan, que se alió en septiembre con Microsoft.

El gigante alemán Volkswagen compró hace tres años un equipo de 200 ingenieros a Blackberry para desarrollar internamente la tecnología conectada.

Redes más potentes

Otro desafío crucial es la potencia de la red. “Cuando los vehículos (conectados) sean numerosos en las carreteras, habrá un problema de velocidad y ancho de banda para hacer funcionar el sistema”, señala Guillaume Crunelle, analista en Deloitte.

En este caso, el riesgo de accidentes sería elevado para los automóviles sin conductor.

Las esperanzas están depositadas en el despliegue del 5G, la futura conexión móvil superrápida anunciada para 2020 que debe permitir la convivencia de muchos más objetos conectados que la 4G actual.

PSA, Orange y Ericsson probarán vehículos 5G como ya ha hecho BMW con el operador surcoreano SK Telecom.

“El coche 5G reacciona inmediatamente en caso de accidente y transmite infor-mación a los coches que lo rodean”, explica Changsoon Choi, del centro de investigación de SK Telecom.

Credito
AFP

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