Amazon, Whole Foods y la tecnología para las ventas

La compra de Whole Foods Market por Amazon hizo caer las acciones de cadenas de supermercados en ese país, en parte por el escepticismo general sobre su capacidad para competir con el gigante de las ventas por Internet en el nuevo terreno híbrido entre físico y digital.

La venta de productos en supermercados y tiendas de barrio está actualmente en proceso de cambio. En Estados Unidos la compra de Whole Foods Market y sus 450 supermercados hecha por Amazon ha puesto una enorme presión sobre la competencia para aumentar su inversión en tecnología e investigación.

En Colombia, aunque algunas cadenas de supermercado ofrecen servicios de venta en línea y muchas tienen catálogos de sus productos en Internet, no hay todavía un incentivo tan grande para acelerar la adopción de tecnologías de la información con urgencia. Pero las tiendas de barrio han empezado a notar la diferencia entre los métodos convencionales y el uso de nuevas tecnologías.

 

Presión para la competencia

La compra de Whole Foods Market, una cadena con más de 450 supermercados en Estados Unidos, dio a las acciones de Amazon una subida del 2.4%, pero hizo que las acciones de otras cadenas de supermercados en ese país cayeran en unos porcentajes mayores: 14.4% para SuperValu, 9.2% para Kroger y 6.3% para Sprouts.

 

¿Por qué?

Aunque no ha dejado de innovar en toda su existencia, Amazon es una tienda en Internet. Sin embargo, la adquisición de Whole Foods Market es la última y más fuerte evidencia de que la empresa le apuesta a la presencia física como parte del futuro de la venta de productos. O más exactamente: a una mezcla entre la parte física y la digital.

Las acciones de los competidores de Whole Foods Market cayeron porque hay dudas sobre la capacidad de estas cadenas de supermercados para encontrar un modelo de negocio capaz de competir con el que Amazon implemente en el futuro cercano.

 

Las tiendas físicas eran terreno seguro

Antes de que sucediera la compra de Whole Foods Market, los dueños de supermercados y toda clase de tiendas en Estados Unidos estaban tranquilos; en ese país el e-commerce, es decir, las ventas por Internet, apenas representan el 8% de las ventas totales de productos al por menor.

Claro: los vendedores sabían que tenían que adoptar nuevas tecnologías, pero lo hacían sobre la premisa de que este podía ser un proceso gradual e indulgente con los errores. Y estos abundan; un estudio de SuperValu reveló que 70% de los consumidores considera que las tiendas se equivocan al implementar nuevas tecnologías, porque brindan prioridad a sistemas vistosos y complicados, y no a soluciones que realmente hagan más rápido y fácil el proceso de compra.

Pero la situación acaba de cambiar; la entrada de Amazon a los supermercados presiona a los competidores en esta industria a invertir mucho más en tecnología e investigación.

 

El impacto para Colombia

En Colombia las ventas por Internet, según un reporte entregado por Integration Consulting y MercadoLibre, podrían representar $2 mil 530 millones de dólares en 2018.

Algunas cadenas de supermercado, como Almacenes Éxito, tienen sistemas de venta en línea y entrega a domicilio, aunque no han experimentado con mezclas entre compra por Internet de cualquier producto y recogida en tienda, mientras que servicios intermediarios facilitan las compras a domicilio en varios almacenes o la planificación de compras a los mejores precios.

En Colombia no existe un equivalente a Amazon. MercadoLibre ha hecho esfuerzos por eliminar complicaciones derivadas de comprar artículos a personas o tiendas independientes con su sistema MercadoEnvíos, pero el portal es aún un medio de conexión entre vendedores y compradores. Prueba de ello es que no tiene funcionalidad de carrito de compras; cada producto comprado es un proceso separado.

 

Tiendas de barrio tienen razones para modernizarse

De acuerdo con el Sexto Censo de Comercio de la empresa Servinformación, en el que participaron más de 260 mil establecimientos de ciudades como Bogotá, Barranquilla, Bucaramanga, Cali y Medellín, el 21%, de los negocios del país corresponde a tiendas de barrio.

Además, Fenalco afirma que la gran mayoría vende entre 4.5 y cinco millones de pesos mensuales, pues han ido creciendo debido a su trascendencia, progreso, cercanía y lazos de confianza con sus clientes.

“Algunos tenderos son conscientes del cambio tecnológico de los últimos años y se han dado cuenta que necesitan evolucionar para no desaparecer, haciendo uso de herramientas más eficientes que le permitan trabajar de manera rápida y sencilla para ofrecer un mejor servicio sin necesidad de destinar una gran suma de dinero”, afirmó Fredy Martínez, gerente Comercial de la compañía SATpcs.

“La idea es que los tenderos vean beneficios y resultados positivos a través de la sistematización de sus negocios, con la posibilidad de que permanezca organizada y actualizada su información, llevando reportes diarios de cada uno de sus procesos, como lo son las compras y ventas, gastos, inventario, fiado y demás”, agregó el directivo.

 

Recomendaciones de Saptpcs para las tiendas de barrio a la vanguardia tecnológica

1. Adquirir para su sistema de caja un equipo POS o Punto de Venta industrial que garantice un funcionamiento continuo en su facturación, junto a sus equipos periféricos: cajón monedero, impresora de recibos, detector de dinero falso y escáner.

2. Buscar apoyo en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones para aumentar su productividad al controlar inventarios, cuentas, gastos y créditos e incrementar sus ingresos prestando nuevos servicios como pago de cuentas, servicio de giros y recargas.

3. Usar un sistema de videovigilancia para monitorear los escenarios que pueden presentarse en el interior o exterior de la tienda.

4. Implementar los ‘minidatáfonos’ para permitirle a los usuarios hacer pagos mínimos desde dos mil o cinco mil pesos en adelante con sus tarjetas débito o crédito.

5. Adquirir un programa o software de ventas para tiendas, micromercados, droguerías, almacenes, entre otros, para poder sistematizar el control de sus procesos, ventas e inventario.

Credito
JUAN MARTÍNEZ MARTÍNEZ - EL NUEVO DÍA

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