¿Dormir o hacer ejercicio?

SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
El dilema consiste en: ¿quedarse un rato durmiendo más para estar descansado o definitivamente levantarse para entrenar como es debido y así mantenerse en forma aunque persista el sueño? Expertos opinan.

Para las personas que trabajan muchas horas al día en proyectos y presentaciones, es difícil encontrar tiempo para hacer ejercicio durante la semana y la madrugada suele ser el único horario disponible.

Pero, ¿es lo mejor para la salud? ¿Qué debería hacer?

En principio, los expertos parecen estar en desacuerdo. “Es mejor dormir las horas necesarias”, explica el neurólogo Juan Esteban Pérez, “no debería haber un enfrentamiento entre las dos, pero si hay que escoger, es mejor dormir. Durante el día puede compensar el tema del ejercicio subiendo escaleras o escogiendo caminar, pero no dormir lo suficiente no se compensa ni con la siesta”.

Sin embargo, para los entrenadores sí es importante realizar este esfuerzo, pero cambiando de hábitos para que el tiempo alcance. “La idea es organizarse bien, de manera que al menos pueda hacer 30 minutos de ejercicio”, explica el entrenador Jorge Reyes.

Y así es, el equilibrio es fundamental. ¿Usted qué prefiere?

 

¿Dormir o hacer ejercicio?

Los expertos señalan que es importante encontrar un equilibrio para no sacrificar el sueño, pero tampoco el ejercicio.

“La idea es que observe su cuerpo. Hay personas que logran adaptarse a la rutina de levantarse temprano, pero no lo conseguirán si se acuestan tarde o comen pesado antes de dormir”, explica el entrenador Jorge Reyes y agrega que “el sueño es importante para los entrenamientos, ya que reduce el riesgo de lesiones y permite que los músculos se recuperen del ejercicio”.

Por su parte, el neurólogo Esteban Pérez señala que “la falta de sueño debilita el sistema inmunitario, lo que hace que las personas tengan más probabilidades de enfermarse y falten a los entrenamientos. Sacrificar el sueño también se ha relacionado con el aumento de peso, las enfermedades cardiovasculares y la diabetes, entre otros problemas de salud. Por supuesto, el ejercicio regular también ofrece muchos beneficios, incluido un sueño más profundo”.

La clave es encontrar un equilibrio. El neurólogo señala que acostarse tarde, particularmente si usa dispositivos electrónicos y se sienta bajo luces brillantes antes de acostarse, cambia los ritmos circadianos del cuerpo.

Entonces, si se levanta muy temprano sin haber dormido bien para ejercitarse, podría verse afectado en dichos entrenamientos.

Un estudio de la Universidad Northwestern encontró que las células musculares también tienen ritmos cardiacos y que se recuperan mucho mejor durante el día. “No dormir bien para levantarse temprano y hacer ejercicio es contraproducente”, señala Pérez.

La National Sleep Foundation recomienda un número de horas para dormir dependiendo de la edad: de los 18 a los 64 años, entre siete a nueve horas al día, pero no menos de seis ni más de 10 u 11.

Si no duerme las horas necesarias tendrá propensión a subir de peso, según el instituto, ya que un descanso inadecuado aumenta la producción de la hormona del hambre, la cual lo mantendrá con antojos todo el tiempo.

Expertos de la Clínica Mayo explican que para quienes no tienen tiempo para ejercitarse lo mejor es subir las escaleras o usar aparatos en casa. También recomiendan realizar actividades como correr con la mascota, saltar lazo y otros ejercicios que no le tomarán mucho tiempo, pero que le darán el movimiento que necesita para que su organismo se mantenga en forma y saludable.

 

Otras actividades interesantes son: 

* Bailar y cantar: una investigación publicada en The Scholarly Publishing and Academic Resources Coalition encontró que bailar es un excelente ejercicio que favorece el endurecimiento de los músculos y el sistema respiratorio.

* Yoga: un estudio de la Universidad de Boston pone de manifiesto un llamativo aumento en los niveles de dicho neurotransmisor en los individuos que practican este ejercicio.

* Caminar alrededor de su edificio de trabajo y hacer ejercicios diseñados para la oficina lo ayudarán también a mantenerse activo. 

 

La voz del experto

5 tips que lo harán dormir profundamente

La especialista en trastornos de sueño Stacy M. Peterson, especialista de la Clínica Mayo señala que el sueño juega un papel crucial en la salud, en los niveles de energía y en el funcionamiento diario. Observe sus patrones de sueño durante unas semanas, luego intente estas cinco estrategias para dormir mejor. Después de observar sus patrones de sueño durante una o dos semanas, pruebe las siguientes estrategias para mejorarlo. Siga haciendo ajustes hasta que las noches inquietas se conviertan en una cosa del pasado.

1 Minimizar la luz y el sonido: la oscuridad hace que su cerebro libere melatonina para un efecto calmante y soñoliento. Como resultado, es importante minimizar su exposición a la luz antes de acostarse. Incluso la luz de su computadora, televisión u otros dispositivos podría hacer más difícil para usted dormirse. Saque estos dispositivos de su dormitorio, y cree un espacio oscuro mediante el uso de tonos de blackout o una máscara de ojos para dormir. El ruido también puede interferir con su capacidad para conciliar el sueño. Trate de bloquear los ruidos no deseados.

2 Sentirse cómodo. Los adultos pasan alrededor de un tercio de sus vidas dormidos, por lo que vale la pena invertir en ropa de cama que le conforta y le relaja. Antes de entrar a la cama, intente bajar el termostato unos pocos grados. Su temperatura central cae durante el descanso, y mantener su habitación algo fría ayudará en la caída de temperatura natural.

3 Mantenga una rutina. Al igual que los niños, los adultos duermen mejor cuando tienen una rutina para acostarse. Hacer lo mismo antes de ir a la cama cada noche puede ayudar a preparar su cuerpo para descansar y acondicionar su cerebro para dormir. Practique diariamente las actividades que promueven la relajación, como el estiramiento suave, lectura o meditación.

4 Manejar el estrés. Cómo manejar el estrés puede desempeñar un papel importante en su capacidad para descansar y así poder permanecer dormido. Mientras que el estrés no es todo malo, cuando se convierte en preocupación o ansiedad, puede interrumpir su sueño. Si su mente ocupada le mantiene despierto durante la noche, trate de practicar técnicas de manejo del estrés antes de acostarse. Experimentar con aromaterapia, respiración profunda, mantener un diario de gratitud o meditación.

5 Levantarse de la cama. Si usted se encuentra acostado en la cama haciendo hincapié en su incapacidad para dormir, salir de ella y hacer algo que promueva la relajación sería una buena alternativa. Esto podría ser la lectura de un libro sin interés, la práctica de una técnica de relajación o centrarse en su respiración. Cuando comience a sentirse somnoliento, regrese a la cama.

Credito
PAOLA ESTEBAN C.

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