La más ágil, señaló, está relacionada con la constructora Bolívar, que según reseñó, tiene una planta de tratamiento construida en el sector de 20 litros por segundo.

El Alcalde dijo que la constructora no estaba sensibilizada con la problemática de la comunidad, y que pese a la solicitud de que permita la operación del Ibal en la planta para arreglar los problemas de agua en 30 días de la Arboleda Campestre, siempre se ha dicho que no, situación que supuestamente se deriva de una negativa del Municipio para que se reciba una planta de tratamiento de aguas residuales que no cumple con la normativa de la Corporación Autónoma del Tolima (Cortolima). 

“Tiene 20 litros por segundo pero no los suelta porque tiene otros proyectos más acá, no le importa seguir construyendo y que ustedes no tengan agua, le dije ‘entréguenos la planta que nosotros podemos operarla y ponemos los funcionarios, los capacitamos y les solucionamos el problema en un mes’ y respondió que no, porque está esperando que le reciba una planta de tratamiento de aguas residuales que tienen acá, pero que no cumple con la normativa, debe estar en el sector rural y yo no se la puedo recibir porque Cortolima no me deja”, dijo el mandatario.

Más alternativas

En medio de su intervención, el Alcalde recordó que la principal alternativa para solucionar los problemas de agua en la ciudad sigue siendo el Acueducto Complementario, pero que es una medida a largo plazo, la otra alternativa es construir otra planta de tratamiento de 20 litros por segundo con una concesión de aguas del canal de Nicolás Laserna.

Este proceso necesita una inversión de $900 millones y se puede tardar nueve meses. 

“Nicolás Laserna nos puede concesionar 20 litros por segundo para tratarlos y entregarles a ustedes agua potable, tenemos que sacar una derivación del canal, construir una planta de tratamiento de agua potable y hacer unas conexiones y una malla, solo para solucionar lo de Arboleda Campestre, esa solución nos vale alrededor de $900 millones se demora nueve meses; la licitación tres meses y la obra seis meses, es un esfuerzo que tendríamos que hacer adicional, aun haciendo una obra grande, quedarían con agua redundante”, explicó Hurtado.