Durante años, la malla vial ha estado deteriorada, aunque hace varios días el daño de la misma se hizo más grande, al punto que residentes, comerciantes y población que transitaba por la zona debía aguantar los olores nauseabundos y evitar tener contacto con las aguas negras que ‘inundaron’ la conocida ‘milla de oro’.

Por lo que el medio Q’ hubo, en una de sus ediciones, denunció la problemática y, ayer, esta redacción llegó al lugar observando que un equipo del Ibal rompió alrededor de 60 metros del pavimento para realizar el cambio de tubería.

Sin embargo, algunos habitantes no están de acuerdo con la intervención, al considerar que arreglar solo el tramo donde estaba la fuga de aguas residuales y no toda la calle, no es el deber ser.

“Estamos muy disgustados porque nos van hacer esos arreglos en puros remiendos, como una colcha, y así no puede ser, nosotros pagamos impuestos. Hace cuánto estamos con ese ‘sirirí’”, comentó una de las residentes del barrio Limonar.

Agregó que ellos cuando pagan impuestos lo hacen en su totalidad y no por partes, “y la pavimentación qué. El cambio de alcantarillado del remiendo hacia el parque cuándo lo van hacer. Eso tienen que hacerlo totalmente. A toda hora con pañitos de agua tibia (...)”.

Sin embargo, desde el Ibal recordaron que atendían la zona que colapsó porque el estado de la red es determinado por el equipo robot, y en cuanto a la pavimentación de los puntos a los que se les cambia la tubería ya le corresponde a la Secretaría de Infraestructura.

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