Las ‘trampas’ para transeúntes en el Centro de Ibagué. ¡Hay malestar entre la ciudadanía!

Suministrada / El Nuevo Día
Crédito: Hélmer Parra / EL NUEVO DÍACuidado se cae al caminar
Caminar por los andenes del centro de la ciudad se ha convertido en una travesía de ‘maromas’ y cuidados, toda vez que los huecos producto del robo a tapas de medidores, el deterioro de las rejas de alcantarillado y los restos de la desinstalación de objetos metálicos, han quedado a su suerte, sin intervención.
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Aunque pareciera un hecho menor, son varios los ciudadanos que han manifestado haberse tropezado o caído directamente con los diferentes huecos y ‘trampas’ que hay dispuestas sobre los andenes y calles del Centro.

De un lado, están los residuos de antiguas señalizaciones y paneles solares que, tras ser retirados del lugar, en su sitio de instalación quedaron los metales adheridos al suelo, los cuales sobresalen sobre algunas vías peatonales.

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Los trozos de metal que han quedado producto del retiro de señalizaciones o canecas de basura, en gran medida, han continuado durante años adheridos a senderos peatonales. 
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Por otra parte, la ausencia de algunas rejillas en los alcantarillados de las vías principales, representan no solo un riesgo para los vehículos que transitan algunas zonas del centro de ‘La Musical’, sino que también podrían ocasionar accidentes a transeúntes y deportistas, máxime si se tiene que la ‘Ciclo Vibra’ se desarrolla principalmente sobre la carrera Quinta.

Adicionalmente, sobre la vía peatonal de la carrera Tercera, se han ido ‘perdiendo’ con el paso del tiempo las rejillas que cubrían el sistema de cunetas que compone la vía, lo que ha ocasionado que las basuras queden en su interior.

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En sitios de la carrera Quinta y la calle 10, hay huecos que representan un riesgo para peatones y conductores de vehículos.

 

Incluso, a razón de los acontecimientos ocurridos en abril del 2022 frente a la caída de un árbol en el Parque Centenario, algunos tramos del sendero peatonal del terraplén fueron los detonantes de ‘tropiezos’ entre transeúntes. 

“Cuando se cayó el árbol del Centenario, ahí quedaron unos pedazos de hierro sobre la vía. Yo me caí dos veces y mi mujer una. Somos adultos mayores y para nosotros son trampas. Ahora mire esos adoquines, unos arriba y otros abajo, la gente se tropieza. Si arreglaron ese puente, ¿por qué no arreglaron todo el adoquinado de la zona? Es una cara visible del Centro”, indicó un ciudadano que transitaba por la zona. 

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En calles y carreras, es común encontrar huecos por el robo de medidores y sus tapas.

 

Sin medidores y ‘sin causa’

En las diferentes calles y carreras que componen la zona céntrica de Ibagué, se ha normalizado el esquivar o saltar las diversas ‘troneras’ que existen sobre senderos peatonales a causa del robo de contadores del Ibal y la ausencia de sus tapas. 

Con el crecimiento del hurto de medidores de agua, han hecho proclive el crecimiento de estos huecos, toda vez que tras ser robados de viviendas y negocios comerciales, las tapas también desaparecen de la instalación para  comercializar su metal.

Como resultado, algunos sitios en donde anteriormente estaban dispuestos contadores de agua del Ibal, reposan hoy día residuos sólidos, ‘mezclas’ de concreto, piedras, tierra y hasta tablas que, con el fin de evitar que algún ciudadano tropiece, se disponen para ‘tapar’ los huecos producto de los hurtos. 

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Causa curiosidad que, en algunos de estos, la maleza ha ido creciendo paulatinamente, en donde es evidente que el paso del tiempo deja entrever la dificultad que ha existido frente a la reposición de estos elementos.

La situación no es desconocida por la Administración municipal. En fechas recientes, el Ibal compartió un mensaje de alerta a las autoridades frente al aumento en el robo de medidores.

En consecuencia, la empresa de acueducto y alcantarillado anunció la consolidación de un grupo especial, meses atrás, para realizar seguimiento a este tipo de hurtos. Además, establecieron que diariamente llegan entre 10 a 12 denuncias diarias, a través de sus líneas de comunicación, sobre hurtos a medidores de agua.

La entidad recordó a los usuarios que, quienes se vean afectados deberán adquirir un nuevo medidor, llevarlo al centro de atención ubicado en el edificio F25 o en la sede principal de La Pola, con su factura, certificado de calibración, fotocopia de la cédula y recibo de agua, con el fin de adelantar el proceso de homologación para su instalación.

No obstante, es común escuchar entre víctimas de robo de las tapas de medidores y contadores en sí que, en cuanto al proceso de reposición, es prolongado y tedioso por la cantidad de información que se debe suministrar a la empresa, como también los tiempos en los que se cumple el plazo de su instalación.

 

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Credito
REDACCIÓN IBAGUÉ

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