La lucha de las mujeres en la UT frente al acoso

Crédito: SUMINISTRADA - EL NUEVO DÍA
La UT ha tenido diversas colectividades y colectivos de orden feminista, que desde sus perspectivas han apostado por la transformación de las cotidianidades, por la reivindicación de los derechos de las mujeres.
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Hace un poco más de una década en la Universidad del Tolima no se podía usar minifalda, tacones o short, porque las mujeres éramos víctimas de acoso. Desde la llamada “curva de los minutos”, que es la entrada hacia el bloque 32 y el parque Ducuara, las estudiantes se convertían en “putas”, prepagos, entre otros calificativos despectivos, recibiendo diferentes insultos, gritos y silbidos. Eran muchos los lugares donde no debías andar vestida así, las chicas sufríamos acoso en espacios como el restaurante -uno de los peores sitios para andar con un vestido- y si de paso, tenías unas sandalias de tacón puestas, te convertías en la víctima perfecta para ser abucheada, chiflada y cosificada con la frase “¿a cómo?, a mil”. El año 2010 fue una época hostil para quienes la vivimos.

 En la actualidad, podemos decir que gracias a la lucha de nuestras compañeras, a esas profesoras, estudiantes y mujeres que se organizaron desde la academia y desde el activismo, la tasa de acoso se redujo notablemente; para el año 2014 salió un Fanzine denominado “Mi primer acoso” como una de las iniciativas en contra de esta problemática por parte de las Uterinas. Es curioso ver cómo hoy, se puede andar tranquila, vestida como gustes, sin que nadie te esté chiflando y gritando obscenidades. Desde los diferentes espacios, como la Facultad de Ciencias Humanas y Artes, los distintos programas o lo grupos de investigación, poco a poco se han ido empoderando las mujeres frente a su lucha contra el acoso.
 
Las Colectivas y Grupos de investigación

La UT ha tenido diversas colectividades y colectivos de orden feminista, que desde sus perspectivas han apostado por la transformación de las cotidianidades, por la reivindicación de los derechos de las mujeres y las diferencias desde el propio ambiente universitario. Desde el ámbito académico encontramos, desde grupos de estudio hasta semilleros de investigación con enfoque de género, como CISGOG, (Colectivo Interdisciplinario sobre Conflictos de Género) que está acreditado por Colciencias.

Una lucha histórica que data de los años 80, con GAFI (Grupo Amplio Feminista de Ibagué), colectivo que llegó a unir las estudiantes de las distintas facultades, trabajó con Colegios  y hasta con presas políticas. Más adelante nacieron colectivas como CFEST: Colectivo Feminista de Estudio, del  año 98; Uterinas en 2014, las Dulimas en 2014; también colectivas que nacieron después de ese año como Bernache, Indecentas, Espiral de Fuego, Congénere y otras más, sumado a estas, están cientos de mujeres que han gestado sus luchas individualmente, con la exigencia de las residencias femeninas y la posibilidad de un jardín infantil para ayudar a las madres solteras que estudian o trabajan en la universidad. Han tenido logros, como que en los colegios de Ibagué se empezara a conmemorar el Día de la Mujer, el subsidio para el mantenimiento de algunas compañeras, como compensación a no contar todavía con las residencias estudiantiles femeninas.

Las mujeres de la Tolima se han venido juntado, creando equipos, mesas, comisiones, exigiendo su participación tanto política como cultural de los espacios públicos y colectivos, un ejemplo de ello es la Mesa de Discusiones de Género, donde participan desde maestras, hasta estudiantes de diferentes carreras universitarias, donde las mujeres UT han estado en primer lugar. Las feministas han pintado los muros con arte, reivindicando las luchas de los feminismos, han puesto señales de no al acoso, han empapelado y rayado las paredes, las puertas de los baños, denunciando el acoso a  compañeras por parte de los  profesores y de algunos estudiantes; el escrache ha sido su mejor arma para la denuncia.
Ellas se han formado en el pensamiento crítico y siendo sororas están en todos lados porque día a día crecen más las colectivas, piensan que los espacios académicos deben estar para la formación de sujetas y sujetos críticos, que permitan construir una sociedad más justa, tanto para las mujeres, como para las disidencias y hasta los mismos hombres que también están sujetos a las dinámicas patriarcales.

Este año 2020 las múltiples colectivas, las mujeres organizadas y las que realizan trabajos individuales se han unido para cuadrar agendas, luchas y seguir trabajando, en lo que hoy se conoce como La Juntanza de Mujeres de Ibagué, quienes trabajaron para lograr movilizar a las ciudadanas el día 6 de marzo en la Huelga Mundial de Mujeres, y se tomaron la ciclovía el 8 de Marzo Día Internacional de la Mujer. Y desde este equipo muchas mujeres pretenden coordinar luchas conjuntas para combatir temas como la violencia contra la mujer, las desigualdad de género, el acoso y muchos más a través de agendas coordinadas que esperan se den después de la cuarentena.

* Estudiante de Comunicación Social-Periodismo. Integrante de la Juntanza de mujeres de Ibagué

Credito
LORENA SOLANO*

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