Buenas nuevas para el Conservatorio

Es necesario que los ibaguereños y los tolimenses se apropien de él, que lo promuevan, que asistan a los eventos que organiza y que impidan que los gobernantes incumplan sus compromisos con este emblema de nuestra cultura.

Ibagué ha reclamado con justicia el título de Capital Musical y tiene sobrados méritos para ello. En esta ciudad se desarrollan importantes eventos alrededor de la música, como el Festival de la Música Colombiana, que este año se cumplirá en julio; Ibagué Ciudad Rock, uno de los más importantes del país; el Ibagué Festival y el encuentro universitario de Jazz Latin, Toli Jazz. Así mismo, cuenta con prestigiosas instituciones educativas como el colegio Amina Melendro de Pulecio y el Conservatorio del Tolima.

El Conservatorio ha sido llamado el corazón del tolimensismo, porque ha logrado arraigar el sentido musical entre sus habitantes; es un referente de nuestra identidad y símbolo de orgullo, gracias a que en sus más de cien años de existencia no ha parado de engrandecerse; comenzó como escuela de música, luego se transformó en bachillerato y ahora es una destacada institución de educación superior que ofrece programas de tecnología, licenciaturas y una especialización.

En estos días se conocieron dos noticias de gran significación para la institución: por una parte, contará con docentes de planta con contrato laboral a término indefinido, lo cual le garantiza continuidad en materia de sus actividades académicas y la mejora de los procesos de calidad de la institución. La otra novedad es la firma de un acuerdo de cooperación entre el Conservatorio, la Escuela Internacional de Lutería de Cremona (Italia) y la Fundación Salvi, que permitirá la movilidad entre estudiantes y docentes de las dos instituciones, en el área de lutería. El Conservatorio cuenta con el programa de Tecnología en Construcción y Reparación de Instrumentos de Cuerda Frotada, Lutería, que ofrece desde el año pasado y que es único en Colombia.

Para conservar la calidad de sus programas y continuar creciendo, el Conservatorio requiere contar con apoyo institucional, con el fin de que los proyectos tengan impacto a largo plazo. Pero, asimismo, es necesario que los ibaguereños y los tolimenses se apropien de él, que lo promuevan, que asistan a los eventos que organiza y que impidan que los gobernantes incumplan sus compromisos con este emblema de nuestra cultura. Además, es otro motivo para incluir sus actividades en la agenda, en la que ya deben estar trabajando para 2022, con motivo de la designación de Ibagué como Capital Americana de la Cultura.

El Nuevo Día

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