La crisis hasta ahora comienza

José Adrián Monroy

Es evidente, no estábamos preparados para lo que se venía. Nuestro sistema de salud, sin ser el mejor y no siendo el peor, mostró que tenemos unas enormes debilidades, por ejemplo: las Secretarías de Salud están mal dotadas y financiadas en muchos departamentos y municipios; incluso, las camas hospitalarias y de atención en cuidados intensivos son insuficientes.
PUBLICIDAD

Sin embargo el gobierno a nivel nacional, departamental y municipal, han hecho un gran esfuerzo por enfrentar una crisis sanitaria sin antecedentes que no estaba en las cuentas de nadie; por lo tanto es justo reconocer la seriedad, responsabilidad y prontitud de las acciones del Gobernador del Tolima y el Alcalde de Ibagué, pues han permitido que las situación sea menos grave; y lógicamente, a todo el cuerpo médico, de enfermería, de aseo, a nuestros hombres y mujeres policías, y en general, a todos los que con su trabajo sostienen esta sociedad en medio de la crisis.

Pero lo que sí quedó demostrado en lo que va de cuarentena, es la falta de conciencia, compasión, solidaridad y cuidado por parte de muchos que aun no entienden la magnitud del problema que estamos viviendo; por un lado, no piensan en el bienestar  propio y ni en el de sus familias, por el otro, aparecen los oportunistas en todos los niveles, están quienes quieren sacar provecho económico acaparando productos y especulando en su precio; los que en el afán politiquero sacan conclusiones espurias basadas en prejuicios sin sustento técnico - científico alguno, logrando desinformar y polarizar, o como los bancos, que presentaron unos “supuestos alivios financieros” con infinidad de condiciones y restricciones, y además, en plena crisis, demandaron el artículo de la ley de financiamiento que los hacía tributar 4 puntos porcentuales por encima de lo establecido,  ¡ahí están pintados!

Pese a lo anterior, el confinamiento debe continuar, pues es la única manera de frenar un poco la propagación, de conocer el grado de cumplimiento de las medidas y la capacidad que tendremos para ampliar los servicios hospitalarios, etc. La cuarentena, en todo caso, sólo nos da tiempo, más no es una solución definitiva; porque paralelo a la tragedia por el coronavirus está el oscuro panorama económico.  
Según datos de www.worldometers.info, página encargada de recopilar datos y hacer estadísticas, desde  el 1º de enero  hasta el 25 del marzo de este año, más de dos millones de personas murieron de hambre en el mundo; entonces, si así pasa estando todo el planeta a su máxima producción económica, ¿se imaginan con una economía paralizada?. 

Es preocupante lo que pasa con los migrantes que no están en el Sisbén ni en los instrumentos tradicionales de focalización. La población más vulnerable, pues el Estado no puede compensar a todo el mundo y  no tiene los recursos ni la capacidad operativa; los trabajadores independientes que no alcanzan a recibir subsidios y tampoco están recibiendo ingresos. No es por ser pesimista, pero las consecuencias económicas de esta crisis van a ser devastadoras y hasta ahora comienza.

JOSÉ ADRIÁN MONROY TAFUR

Comentarios