A finales de 2019 nadie se imaginaba del vertiginoso y asombroso avance del Covid-19 en el mundo. Por esa razón, quizás, las medidas en un comienzo fueron muy laxas, como si se tratase de una gripa pasajera. Hoy el mundo se asombra ante este virus que avanza de nariz en nariz, sin importar sexo, edad, condición económica, tipo de sangre. Sólo se necesita ser humano para infectarse en el lugar menos pensado.
El nuevo coronavirus ha infectado, reporte del día anterior a este editorial, a más de 420.000 personas en 186 países del mundo.
La mayoría se contagió en China, donde se han registrado 3.285 muertes. La cifra de decesos en todo el planeta supera las 18.565 personas y la de los recuperados, los 112.000. Después de China, Italia es el país con más casos. En pocos días, este mapa de contagiados será mucho más dramático.
Colombia se acerca peligrosamente a los mil casos, hasta este miércoles eran 457 y en franco ascenso. Cuatro personas ya fallecieron. El departamento del Tolima contabiliza nueve infectados, todos en Ibagué y están en estudio, en el Instituto Nacional de Salud más de 50 casos sospechosos. De ahí que el Gobierno nacional haya decidido decretar el Aislamiento Social Obligatorio. Porque, hasta ahora, la mejor arma contra el virus es evitar el contacto social para conjurar el avance de la mortal pandemia.
Pese a las medidas, los anuncios de concientización, las frases fatalistas pero verídicas de “ojo porque se puede contagiar y se puede morir”; muchos ciudadanos se niegan a resguardarse y en ese sentido han sido infructuosos todos los esfuerzos de las autoridades para contener a las personas en las casas.
Por estos días, los supermercados y bancos se ven llenos como en días normales y pareciera que la batalla contra la pandemia se está perdiendo. Sumado a lo anterior, en Ibagué el anuncio del “Pico y cédula” junto al pico y placa en un comienzo dejó más dudas que certidumbres hasta que se corrigió la información. En estos casos los mandatarios deben ser claros y contundentes a la hora de divulgar las medidas.
La informalidad en Colombia es alta. Esa circunstancia le puede pasar cuenta de cobro a las medidas restrictivas. El Gobierno nacional y muchos locales no saben qué hacer con vendedores ambulantes y hasta habitantes de calle porque no disponen de políticas contundentes frente a este sector de la población.
Corea del Sur paró la expansión del Covid-19 con ciudadanos conscientes como su principal estrategia, un amplio dispositivo de muestreo masivo, un moderno sistema de salud y clasificación de los contagiados entre graves y leves para brindar tratamiento.
El coronavirus es letal, agresivo y si no nos aislamos socialmente los saldos serán impensables. Aún estamos a tiempo de salvar nuestras vidas para contar el cuento a las próximas generaciones.
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