En tiempos de Coronavirus y en medio de los enormes esfuerzos de los gobernantes para contener su expansión en todos los territorios empiezan a aflorar muchas preocupaciones sobre el futuro de la economía, el futuro de las empresas, el futuro de los trabajadores y el golpe certero que va a recibir la actividad empresarial durante los meses que dure la pandemia; y durante el tiempo que se prolongue la reactivación económica del país.
Definitivamente, hay sectores económicos a quienes el saldo en rojo empieza a crecerles sin control por cuenta de la parálisis. Comienza a hacer carrera, sobre todo en las pequeñas y medianas empresas, aquello de que “es mejor despedir personal ahora y no salirle al final de mes con que no hay con qué pagarle”. Hasta ahora los paliativos anunciados se quedan cortos ante la contundencia de las pérdidas y eso que, apenas se contabiliza un par de días después de entrada en vigencia del Decreto de Aislamiento Social Voluntario.
El Comité de Gremios Económicos del Tolima, en representación de 21 organizaciones y con la vocería de 44 mil empresas formales del departamento, envió una misiva al presidente Iván Duque en la que le pide acciones para obtener alivios tributarios y mitigar los impactos en la región. Proponen los empresarios del Tolima decisiones como el cambio de calendario para el pago de impuestos nacionales, ampliación del plazo para el pago de aportes parafiscales, subsidios para mantener empleos, eliminación del IVA en la compra de bienes y servicios de los sectores afectados; entre otros.
A nivel local, varias administraciones tomaron decisiones trascendentales para favorecer a los trabajadores y a los empresarios. La alcaldesa de Bogotá y el alcalde de Medellín decidieron ampliar los plazos, por varios meses más, para efectuar el pago del Impuesto Predial y de Industria y Comercio. En la capital colombiana también habrá subsidios para miles de familias vulnerables y, dramáticamente, afectadas por las medidas de confinamiento.
Muchos empresarios de Ibagué también le han pedido el alcalde medidas de apoyo financiero para hacer un poco más llevadera la crisis. Ampliación de los plazos para pago de los tributos, descuentos en el pago del servicio público de agua. Todos en sintonía con las decisiones de otros mandatarios. En ese punto aún le ha faltado creatividad al equipo económico de la Administración local. Hasta ahora no sorprende.
Curioso, porque en otras decisiones muchos aplauden las medidas, así a Hurtado le haya tocado que enfrentarse, cara a cara, con una ministra del Interior autoritaria y muy poco conocedora de las realidades regionales. No debe olvidar el mandatario que cuando toda esta pesadilla termine, será el empresariado tolimense sobre el cual se soporte la recuperación económica, social y financiera de esta región.
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