Los pobres estrato 4 del DNP

Todos saben donde viven los pobres de los pobres en una ciudad como Ibagué o en cualquier pueblo del Tolima. Más aún, esa información la tienen bien clasificada los políticos, porque en época preelectoral recorren palmo a palmo esos sectores en busca de votos.

Apenitas empezó la entrega de los kits nutricionales en Ibagué y el resto de 46 municipios del Tolima, también empezaron a aflorar las inconsistencias de aquellos a quienes para el Estado son los más pobres de los pobres.

Pululan como “arroz partido”. Familias que viven en barrios de estratos altos, familias en las que varios de sus miembros tienen ingresos económicos estables, viviendas con todos los servicios públicos y hasta con renta propia, pensionados de instituciones públicas y empresas privadas, propietarios de una o más viviendas, personas fallecidas; es decir, todo un mar de inconsistencias en los listados.

El Gobierno departamental, a través de su secretario de Inclusión Social, Jorge Bolívar, ha salido a dar explicaciones del por qué las inconsistencias. Para la entrega de más de cien mil kits nutricionales y otros cien mil kits de aseo, asegura el  funcionario, el Gobierno nacional exigió que se priorizaran únicamente a quienes están “sisbenizados” por debajo de 54 puntos tal y como los tienen registrados las bases de datos del Departamento de Planeación Nacional.

Si así es la cosa, no queremos imaginarnos a quienes realmente le están llegando los programas del Gobierno nacional como Familias en Acción, si los listados están llenos, a más no poder, de familias que tienen mejor condición social y económica que otras que en la práctica realmente merecen ese apoyo. Es una vergüenza. ¡No hay derecho!

Sumado a ello, el propio Bolívar ha denunciado que cuando van a la casa de muchos de los beneficiarios, no están al momento de la entrega. Es decir, encima de todo violan el Aislamiento Preventivo Obligatorio.

 Todos saben donde viven los pobres de los pobres en una ciudad como Ibagué o en cualquier pueblo del Tolima. Más aún, esa información la tienen bien clasificada los políticos, porque en época preelectoral recorren palmo a palmo esos sectores en busca de votos. ¿Acaso no pueden salirse del molde y entregar esas ayudas humanitarias que están sobrando en esos barrios populares?

Es muy fácil que con ese arsenal de camarógrafos, fotógrafos y teléfonos celulares puedan certificar la evidencia de que, realmente, entregaron a quienes están pasando física hambre por cuenta de la pandemia; para que las “ías” no los acusen de haberse quedado con las esperadas ayudas.

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