Si no se cumplieron las metas, corresponde analizar objetivamente y revisar que impidió alcanzarlas. Lo importante del balance, más que buscar culpables es considerar los ajustes que se deben introducir y definir las nuevas estrategias para lograr que el año siguiente sea mejor.
Igual debemos hacer con nuestra vida personal. Revisar lo que hicimos y logramos. No es fácil, porque implica tener que aceptar nuestras fallas; muchos sentimientos de culpa al observar que pasó el tiempo y pocos o ninguno de aquellos deseos que se marcaron al inicio del año se cumplieron. Por el contrario, pareciera que nos dejamos resbalar por la vida perdiendo el control de ella y andando en piloto automático.
Casi todos aspiramos a que muchas cosas cambien en nuestra vida, en la familia o en nuestra comunidad pero, por lo general, pareciera que lo que realmente esperamos es que los demás cambien y no cada uno de nosotros.
Digo que por lo general, porque expertos en el tema coinciden en que solo el 8% de las personas que formulan sus propósitos los cumplen. O sea que el 92% no lo logran; muchos no completan el primer trimestre cuando ya han perdido el rumbo de sus propósitos, incluso muchos los abandonan en el primer mes del nuevo año.
Tania Sanz, experta en este tema dice que fallamos en cumplir con nuestros propósitos porque se establecen metas demasiado ambiciosas, se hacen muchos propósitos a la vez y no se especifican muy bien, dificultando así su cumplimiento y seguimiento.
Así mismo, dice que no se logran las metas porque se plantea la aspiración, pero no se considera el cómo se va a hacer para alcanzarla. Muchas veces tales propósitos incluyen cambios de hábitos que requieren tiempo y un trabajo constante para hacerlo realidad.
La propuesta de la Dra. Sanz para lograr
los propósitos incluye los siguientes pasos.
1. En lugar de tener 12 propósitos, comprométase con uno solo o dos. Con aquel que al cumplirlo se produzca una reacción en cadena y genere otros cambios positivos.
2. Escríbalos en un papel. Hágalos visibles para que continuamente los pueda ver y recordar su compromiso. Cuando no los visualiza, es normal olvidarlos y fallar.
3.Defina un plan de acción para lograrlo. Registre en detalle las acciones que deberá realizar para alcanzar el propósito principal.
4.Haga que las acciones que debe cumplir no sean complicadas, pues si es así con certeza no las cumplirá. Simplifique, hágalo más fácil para usted.
5.Sea constante. Monitoree sus avances. Recuerde que la distancia entre el sueño y la realidad se llama disciplina.
Cualquiera que sea su caso es preciso tener claro que la única persona que puede generar cambios en su vida es usted mismo. Si espera que el próximo año sea diferente, este es el momento para precisar qué está impidiendo que se convierta en la persona que quiere ser.
Iniciamos una nueva década…haga que sea la mejor para usted. Usted puede hacer la diferencia. Feliz 2020 para todos.
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