Gracias a la denuncia entablada por la madre biológica, las autoridades lograron la captura de la pareja luego de reunir la suficiente evidencia para demostrar que por varios años la niña fue víctima de un maltrato continuado.

Hace poco habría sido introducida por varios minutos dentro de una alberca donde pudo haberse ahogado y que, al intentar salir, se golpeó fuertemente en la cumbamba. Tras lo cual adquirió también una especie de alergia en su pecho.

Todo indica que la niña tenía que preparar sus propios alimentos, incluso en horas de la madrugada,  Y en una de esas ocasiones sufrió un accidente con una olla a presión. Como evidencia de ese incidente quedaron las quemaduras de primer grado que hoy tiene en diferentes partes de su cuerpo.

La violencia era igualmente psicológica, pues según el relato de la menor tanto la madrastra como su padre le decían “que no valía la pena”. “Que si no se aprendía las tablas de multiplicar, que si la robaban o hacía algo que a ellos no les pareciera correcto, la castigarían porque literalmente no era “nada”.

El recuento doloroso de la niña, sumado a actividades propias de policía judicial y demás elementos probatorios llevaron a que el juez le concediera la razón a la fiscal que conoció el caso y los privara de la libertad de manera preventiva.