Ibagué está de luto: le dan el último adiós a Tatiana

Crédito: Archivo / EL NUEVO DÍA.Tatiana Caro Marín tenía 22 años. Paz en su tumba.
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La familia Caro Marín, natural de Bogotá pero radicada en Ibagué, se dispone a despedir para siempre a Tatiana, la hija mayor, víctima mortal del trágico accidente de tránsito ocurrido la madrugada del domingo en la Avenida Guabinal, cerca a la calle 13 del barrio Pueblo Nuevo de la Capital del Tolima.
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La simpática joven de 22 años, amante a los perros, en especial de la raza bulldog francés, gusto que compartía con sus padres, según se observa en redes sociales, iba en la parte trasera de la camioneta Kia Sportage de placa DFK 948 que a eso de las 5 de la madrugada del 9 de enero chocó con el separador de la vía. 

Una de las hipótesis que manejan las autoridades acerca del lamentable hecho, por las heridas que tenía el cuerpo, es que Tatiana, al ver que el conductor perdió el control del vehículo pudo haber intentado salir por la ventana, pero por la velocidad, la cabeza se le pudo haber enredado con un templete de energía.

Un golpe en el costado derecho del cuerpo, a la altura de la cintura, le da peso a esta hipótesis. No obstante, el reporte final lo darán los médicos forenses del Instituto Legal de Medicina Legal. Se conoció que el conductor de la camioneta responde al nombre de Yeison Reinel, quien resultó con lesiones leves. Se estudia si conducía en estado de embriaguez. 

“Mi vida se vino a pique al saber que una parte de mi vida se me fue. Solo le pido a Dios que nos dé la fuerza para seguir y sabiendo que pronto estaremos juntas, cuando llegue el encuentro con Dios. Donde esté mi pequeña grandota, te amaré por siempre”, expresó en Facebook la madre de Tatiana.

 

El testimonio de un vecino 

 

“Vivo en esa calle y escuché el accidente. Fui de los primeros en llegar a ver, fue horrible. Les informo para que tomemos conciencia. A las 5 a.m. en punto se escuchó un grito espantoso de una mujer, realmente espantoso. El carro quedó como a unos 30 metros después del choque. Iban tres jóvenes, el conductor, un joven, quedó en shock; se le veía solo una pequeña laceración en la cabeza. Una copiloto, joven también, a la que no se le veían lesiones, lloraba mucho. Gracias a Dios, creo, llevaban puesto el cinturón de seguridad. La verdad a esa hora y por la vestimenta parece que venían de una fiesta. Esa curva de la Octava con 12 (frente al skatepark) es muy cerrada y los vehículos que van bajando por esa vía rápida tiene que girar bruscamente, la curva casi ni se ve. Cada siete días se presentan accidentes por lo cerrada que es la curva. Deberían señalizar muy bien o poner reductores de velocidad”, escribió un residente del barrio Pueblo Nuevo en la red social Facebook.

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Credito
Redacción Judicial El Nuevo Día

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