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El secuestro
El miércoles 3 de noviembre de 2021, a las 11 de la mañana, dos hombres armados a bordo de una motocicleta abordaron el vehículo militar en el que Yeison Martínez Tapia había ido a repartir agua potable a la comunidad de Palmeras del Mirador, en zona rural de Tibú, Norte de Santander.
Ese día su acompañante logró huir por una zona boscosa, mientras que al soldado Martínez se lo llevaron cautivo. Desde entonces han pasado 74 días sin saber de su paradero. El pasado 8 de diciembre, cumplió los 38 años estando secuestrado y su familia pasó una amarga Navidad sin la presencia de este soldado, natural de Ortega, al sur del Tolima.
La familia del uniformado ya acudió a las defensorías del Pueblo de Tibú, Ocaña y Cúcuta; al igual que a representantes de la Cruz Roja Internacional y de la Iglesia católica en la región para que adelanten las gestiones necesarias para traer de vuelta al soldado Martínez.
Su esposa, Leidy Yoana Gómez Duarte, le contó a esta redacción que la mayor angustia que tiene la familia es no saber nada de su paradero hasta el momento, luego de tres meses y medio, además de no contar con ninguna prueba de supervivencia.
Según ella, hasta el momento ningún grupo se ha atribuido el hecho, al tiempo que aseguró que al momento del secuestro, su esposo estaba cumpliendo una labor humanitaria, llevando agua por solicitud de una comunidad. Asimismo, dijo que se encontraba de civil y en estado de indefensión, pues estaba desarmado.
Gómez Duarte dijo que su esposo lleva 15 años en el Ejército, 12 de los cuales han vivido juntos en Pamplona, donde clama a diario por su liberación y lo espera con los brazos abiertos.
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