De acuerdo al reporte oficial, los productos eran elaborados con sustancias y compuestos que “representarían riesgo para la vida o podrían generar daños impredecibles a la salud de los consumidores”.

Con el apoyo del Gaula Militar, el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) y peritos de distintos laboratorios, en total se realizaron 11 diligencias de registro y allanamiento en Bogotá, Cali y Palmira (Valle del Cauca), y Santander de Quilichao (Cauca).

De acuerdo a la Fiscalía, en total fueron incautadas más de dos toneladas y media de productos terminados y embalados como vitaminas, pomadas, entre otros; e insumos sólidos, entiéndase tarros plásticos, frascos, tapas, etiquetas, sellos y cajas contramarcadas.

También se ubicó un inmueble en el norte de Bogotá, donde se encontró lo que sería el centro ilegal de fabricación de estos artículos. En el lugar se hallaron maquinas en pleno funcionamiento, almidones, muestras médicas, cápsulas y pastillas.

Finalmente la Fiscalía aseguró que “los funcionarios judiciales llegaron a varios establecimientos de comercio en los que se vendían los productos en diferentes presentaciones, uno de estos se ofrecía como un suplemento o fitoterapéutico para aliviar dolores ocasionados por la artritis; sin embargo, los estudios científicos indican que estaría fabricado con un corticoide prohibido para este tipo de tratamientos, y otros elementos que distan de los compuestos relacionados en las etiquetas”.