Murieron lejos de su tierra: hinchas del Deportes Tolima fueron arrollados en una carretera peruana

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍAMaría Paula Duque Castiblanco, tenía 18 años de edad y Diego Fernando Robayo Arias tenía 29 años de edad.
Los progenitores de los dos jóvenes han tocado puertas de diferentes entes y piden la solidaridad de las personas para poder traer los cuerpos, quienes se conocieron en el estadio Maracaná en Brasil y en medio de la travesía se hicieron novios.
PUBLICIDAD

Diego Fernando Robayo Arias y María Paula Duque Castiblanco fueron los ibaguereños, hinchas del Deportes Tolima, que murieron al ser arrollados por un tráiler en la vía Juliaca-Arequipa en Perú. Ahora las familias de los jóvenes buscan los recursos para repatriar los cuerpos. 

Viajó en junio 

Diego Fernando Robayo Arias, tenía 28 años de edad, vivía en el barrio La Cima con sus progenitores, ayudaba a su papá en las labores de construcción. El joven estaba pasando por momentos difíciles, así que el pasado 4 de julio viajó rumbo a Brasil y logró entrar a ver el partido entre el equipo de sus amores y Flamengo.

Stella Arias, progenitora de Diego, dijo que su hijo, el mayor de tres hermanos, había salido de la ciudad a acompañar al equipo vinotinto, “estaba muy feliz, porque decía que ‘guerreando’ había podido llegar allá y había visto el partido, pero que había llorado mucho porque habían perdido. Y que los buenos hinchas pasaban por eso”, dijo. 

Según la mujer, Diego se contactaba todos los días con ella, le hacía videollamadas y decidió quedarse unos días conociendo Brasil, Río de Janeiro y otros lugares. Feliz le mostraba los sitios que había conocido. 

“Luego me contó que había conocido a María Paula, se hicieron novios. Ellos ya venían y el último audio me lo envió el domingo como 7:30 de la noche, me dijo “mamita, ya voy, quiero llegar a la casa pronto, voy en un pueblo llegando a Perú, en un bus. Quiero llevarle unas cosas a mis niños (sobrinos)”, refirió la mamá. 

El accidente 

Según Stella Arias, madre de Diego, supo por terceras personas y los medios de comunicación del Perú que, “tuvo el accidente a la 1 de la mañana (martes), iban por una parte como una variante, donde era muy oscuro, no  había luz, ni cámaras y que ellos tuvieron como  una riña callejera, lo hirieron (al  hijo) con un arma cortopunzante, que no era mortal. Pasó un carro y los arrolló a los dos”, señaló la señora. Se conoció que por el impacto, la joven sufrió aplastamiento en gran parte de su cuerpo. El vehículo que los atropelló huyó del lugar del accidente. Algunos medios de comunicación en Perú señalaron que su nombre era Andrés Felipe Robayo Arias, pero sucedió que Diego llevaba un documento con el nombre de su hermano, por eso hubo confusión. 

Dejó una hija 

Paula Andrea Duque Castiblanco, tenía 18 años de edad, vivía junto a su progenitora María Nubia Duque Castiblanco y su hija de cuatro años de edad, quien está en condición de discapacidad.

“Mi hija se fue terminando empezando mayo a pasear y conocer, a ver los partidos del Deportes Tolima a los dos partidos (contra Atlético Mineiro y Flamengo en Brasil). Incluso allá, no sé qué pasaría, le quitaron los papeles, la cédula y todo. Entonces ella quedó indocumentada, aquí por Internet, con la Policía hice el denuncio para que ella se pudiera transportar”, dijo la mamá quien agregó que, su hija viajó junto con varios conocidos de barrios cercanos y otros hinchas del Deportes Tolima.

La última vez que esta mujer, quien se dedicaba a vender fritanga en el barrio Galán, muy cerca del barrio Cerro Gordo, sur de la ciudad, donde vive, habló con su hija fue el lunes, cuando le dijo que iba llegando a Lima (Perú) le iba a comprar ropa a la niña y regresaba al país.

Según la mujer, se enteró de la trágica noticia el martes hacia el mediodía, cuando llevó a su nieta, hija de María Paula, a una cita de pediatría y se la cambiaron para otro día porque decidieron no atenderla porque estaba alterada. Señaló la mujer además, que la niña que dejó su hija, quien tiene una condición de discapacidad, en la cabeza y el síndrome de Apert (una enfermedad genética en la cual las suturas entre los huesos del cráneo se cierran más temprano de lo normal. Esto afecta la forma de la cabeza y la cara. Los niños con el síndrome de Apert a menudo también tienen deformidades en las manos y en los pies). 

Las dos familias se unieron por la tragedia y buscan apoyo de los entes gubernamentales y demás personas. Las dos familias se unieron por la tragedia y buscan apoyo de los entes gubernamentales y demás personas. 

 

Credito
REDACCIÓN JUDICIAL

Comentarios