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El hombre, al parecer, aprovechó la ausencia de la madre de los menores, y les hizo un ‘reto’ a sus hijastros, quienes en su inocencia aceptaron.
El sujeto les dijo a los niños, que quien se tomara más rápido la gaseosa, le daba $2.000 pesos, lo que convenció a los angelitos de cumplir con la tarea.
Tras ingerir la sustancia, los pequeños comenzaron a sentirse mal, a uno de ellos, según la abuela, le dio un paro fulminante, y perdió la vida.
Posteriormente, el otro menor, fue hallado muy enfermo, por lo que tuvo que ser trasladado a un centro asistencial donde los médicos le salvaron la vida, y hasta ahora, se está recuperando de manera satisfactoria.
El hecho registrado en el barrio Buena Esperanza del municipio de Soledad, Atlántico, tiene consternada a la comunidad, quienes aún no logran comprender la maldad que puede haber en una persona para querer atentar contra la vida de unas criaturas inocentes.
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