Ecuador, ‘en pie de lucha’

tomada de: Fernando Lagla / Asamblea Nacional
Crédito: tomada de: Fernando Lagla / Asamblea Nacional
Un pulso entre el gobierno de Guillermo Lasso y el movimiento indígena se vive en Ecuador, desde el pasado 13 de junio. La violencia escaló prácticamente sin límites.

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el actual levantamiento indígena tiene contra las cuerdas al gobierno del presidente Guillermo Lasso en Ecuador, un país con un conocido pasado de fragilidad democrática e institucional.

Ecuador enfrenta un momento de gran tensión y conflictividad, tras completar 12 días de protestas, cuatro muertos, decenas de heridos, cierre de vías, choques con la Policía, y disturbios en las calles. Mientras tanto, 10 provincias permanecen en estado de excepción para aplacar la violencia y los desmanes.

Las movilizaciones fueron convocadas por la poderosa Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie), que ha participado en revueltas que derrocaron a tres mandatarios entre 1997 y 2005, como rechazo al aumento en los combustibles y la carestía de la vida. Pero Lasso no da su brazo a torcer, y dice que la rebaja de los combustibles no es negociable.

A los indígenas, que representan el 7 % de la población ecuatoriana (de unos 17,7 millones), se han sumado transportistas, sindicatos, profesores y estudiantes. 

Es complejo saber a ciencia cierta qué está pasando en el país en la actualidad, opina Camilo Cruz,  investigador del Instituto de Estudios Políticos (IEP) de la Universidad Autónoma de Bucaramanga (Unab).

Pero  lo cierto, según él, es que en  el más de un año de mandato el conservador Lasso ha sido incapaz de mantener relaciones cordiales con la Asamblea Nacional y con  los movimientos sociales: transportistas, educadores y movimiento indígena.  

La Asamblea (Congreso) está controlada en su mayoría por partidos de oposición, principalmente UNES (esfuerza ciudadana del expresidente Rafael Correa) y Pachakutik (Coalición movimiento indígena y sindicato de educadores).

Cruz recuerda que Lasso ganó la Presidencia gracias a dos factores: una alianza entre su partido CREO y el partido Social Cristiano (fuerza de gobierno que controla el departamento del Guayas) y a la división entre UNES y Pachakutik en la segunda vuelta.

“La breve alianza de gobierno se rompió muy rápido y eso lo dejó sin capacidad de negociar con el Congreso y con su agenda de reformas paralizadas”, explica el investigador de la Unab.

En ese contexto, Cruz apunta que el malestar económico generó una larga convocatoria desde  noviembre del año pasado a las centrales obreras y el movimiento indígena a diálogos con el Gobierno,  pero Lasso no ofreció soluciones o disposición de diálogo lo que fue arrastrando a la movilización al escenario actual.

 

¿Elecciones anticipadas?

En ese sentido, Isaac Bigio, analista político internacional e historiador, advierte que las movilizaciones del Conaie han tumbado a tres presidentes en el país andino, y “estas pueden golpear mucho a Lasso, aparte de que tiene una minoría en el Congreso” y no goza de gran popularidad (no más del 30 %).

Por ello plantea que toda esta crisis pueda llevar a la convocatoria de elecciones.

Al respecto, Cruz subraya que en la actualidad existe la figura de “muerte cruzada” en la Constitución ecuatoriana, lo cual implica que uno de los poderes convoca a la destitución del otro y se deba convocar a elecciones anticipadas. 

Es más, entre octubre y noviembre de 2021 “el gobierno de Lasso amenazó al Congreso con activar tal mecanismo en caso de no aprobar unas leyes de reforma fundamentales para el ejecutivo y en estos días han circulado notas invocando tal principio desde la Asamblea, notas que por cierto han sido desmentidas o denominadas como noticias falsas por la Presidencia de la Asamblea”, remarca el investigador.

Bigio considera que Ecuador vive un momento  interesante que se ha alimentado en parte por los resultados de las elecciones en Colombia, y en otros países del región.

A esto se le suma, dice Cruz, la respuesta por parte del gobierno que agravó la crisis: el arresto del líder de la Conaie al inicio del paro y, la toma  por la Policía de la Casa de la Cultura de Quito (museo nacional de Ecuador), recinto tradicionalmente cedido a las manifestaciones indígenas. 

 

¿Pueden tumbar al presidente Guillermo Lasso?

El Gobierno ecuatoriano ha acusado al movimiento indígena de  una “intentona golpista” y ha denunciado que el caos de estos días no es  solo obra de la Conaie, sino que detrás hay también líderes opositores del correísmo, e incluso narcotraficantes y delincuentes.

El analista Isaac Bigio descarta la tesis de que el movimiento de protesta esté dirigido por Rafael Correa, porque argumenta que la Conaie ha sido crítica del expresidente ecuatoriano izquierdista.

Lo que observa Sebastián Polo, politólogo de la Universidad del Rosario, es que el deterioro actual de la situación en Ecuador responde a que la Conaie ha estado articulando los movimientos sociales para contrarrestar las medidas derivadas de la pandemia del Covid-19, que a la postre han afectado las condiciones laborales y de los precios.

Además señala otros factores como el estado de excepción en varias provincias andinas, y de predominio indígena, lo que fue interpretado como un desafío por parte de los manifestantes, lo que originó movilizaciones masivas de estas comunidades.

A juzgar por la situación, Polo identifica elementos determinantes para un escenario de futuras elecciones y “causar por qué no, una posible moción de censura y  un golpe de estado”, teniendo en cuenta que “los golpes no han sido ajenos a la historia reciente de Ecuador”.

El politólogo sostiene que la protesta social lo que busca es prácticamente ganar territorio en términos políticos en detrimento de la favorabilidad de Lasso, y definitivamente poner en tensión a la sociedad ecuatoriana para que tome una decisión política en el mediano plazo.

 

Credito
ÁNGELA CASTRO ARIZA

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