Los talibanes celebran un año en el poder: aún no cuentan con reconocimiento internacional

Crédito: Suministrada / EL NUEVO DÍA
Un año después de que los talibanes volvieran a tomar el poder en Afganistán tras conquistar Kabul, el Gobierno interino ha impuesto una ola de restricciones a las mujeres, desde la imposición del burka hasta permanecer en casa.
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Las figuras más destacadas del Gobierno interino de los talibanes conmemoraron ayer el primer aniversario de su regreso al poder en Afganistán, un país que sin embargo tiene poco que celebrar, con una grave crisis que ha disparado el hambre y una sociedad, sobre todo las mujeres, que han visto retroceder sus derechos ganados en las últimas dos décadas.

La celebración del aniversario tuvo lugar sin estridencias, entre las felicitaciones de los oficiales por lo que consideran como un trabajo bien hecho, durante un evento oficial al que asistieron altos cargos de los talibanes.

Pero los fundamentalistas también marcaron la jornada con un despliegue de patrullas de las fuerzas de seguridad más amplio de lo habitual en Kabul y las principales ciudades del país, mientras un grupo de mujeres protestaba por la erosión de sus derechos desde un lugar secreto días después de que una manifestación en la capital fuese dispersada con disparos al aire.

“Gran victoria”

El primer ministro del Gobierno interino, el mulá Hassan Akhund, fue el primero en celebrar en un comunicado la “gran victoria” que llevó a los talibanes a conquistar Kabul hace un año, al término de una rápida ofensiva mientras las últimas tropas estadounidenses abandonaban el país.

Durante una concurrida ceremonia en Kabul, el ministro de Exteriores afgano, Amir Khan Muttaqi, pintó una imagen particularmente benigna de un país que se encuentra en medio de una profunda crisis humanitaria y económica agravada por la congelación de los fondos internacionales para la reconstrucción.

Sin reconocimiento internacional 

Los talibanes aprovecharon la atención internacional del primer aniversario para reclamar el hasta ahora elusivo reconocimiento de la comunidad internacional y prometer que el suelo afgano no será utilizado contra otros países, un punto en el que incidieron tanto el ministro de Defensa, Yaqoob Mujahid -hijo del líder fundador del movimiento talibán, el mulá Omar-, como el primer ministro.

Esta promesa de los fundamentalistas, clave en el acuerdo alcanzado con EE.UU. antes de la retirada del país, se ha visto recientemente dañada por la muerte en una operación estadounidense en Kabul del líder de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri.

Credito
EFE KABUL

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