El Estado deberá pedir perdón por la masacre de Cajamarca

TOMADA DE INTERNET – EL NUEVO DÍA
Después de siete años del crimen, la justicia ordenó al Gobierno corregir lo que fue calificado como “un error” de combate.

La Sala penal del Tribunal Superior de Bogotá exigió a los ministerios de la Defensa y del Interior junto con el Ejército nacional a pedir perdón a la población de Cajamarca por la masacre en que la que murieron cinco campesinos a manos de la Fuerzas Armadas del Estado.

La decisión se tomó en la audiencia de segunda instancia, en la que se pretendía revisar la sentencia proferida por el Juzgado Tercero Penal del Circuito de Ibagué, que en 2009 sentenció a penas de 40 y 35 años de cárcel a cinco militares, adscritos al batallón contraguerrillas Pijao de la Brigada Sexta del Ejército, al hallarlos culpables del crimen.

De acuerdo con Semana, los hechos se presentaron el 10 de abril de 2004 en la vereda Postosí de ese municipio, en donde efectivos del Ejército balearon a un niño, un bebé y tres adultos quienes, al parecer,  confundieron a sus víctimas con guerrilleros.

Según la publicación,  los soldados profesionales Noel Briñez Pérez, Jhon Jairo Vizcaya Rodríguez, Albeiro Pérez Duque y Luis Fernando Ramos Martínez deberían purgar una pena de 35 años de cárcel y pagar dos mil salarios mensuales vigentes.

El fallo emitido por el Juzgado Penal del Circuito de Ibagué, también, sentenció al soldado profesional Jhon Jairo Guzmán Gallego, a 40 años de prisión por haberle disparado a uno de los sobrevivientes que había quedado levemente herido y estaba pidiendo ayuda. El examen forense determinó que había sido rematado a corta distancia con un tiro de gracia.

Según la versión de los militares, los soldados se encontraban en la vereda en la noche del sábado 10 de abril. Como la guerrilla les había prohibido el paso a los campesinos a esa hora, los soldados dispararon “hacia el ruido” que salía de la espesura del monte.

Sin embargo, quienes estaban allí no eran guerrilleros. Eran Albeiro Mendoza y su esposa Yamile Urueña, los dos de 17 años; su hijo Cristian, de seis meses; César Santana Gutiérrez, de 14 años; y Norberto Mendoza Reyes, de 24 de años, quien fue rematado por el soldado Guzmán, quien le dijo a la Fiscalía que el suboficial que los dirigía rifó quién debía rematar al sobreviviente: “Mi cabo Gómez nos dijo que los muertos no hablaban y que tocaba matarlo”.  

Credito
CM& Y SEMANA.COM

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