Indignación en Tuluá, Valle, tras el sacrificio de 18 perros

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
El sacrificio de 18 perros, los cuales fueron decapitados y arrojados a la calle en costales por funcionarios del Centro de Zoonosis, causó gran indignación el pasado viernes entre los tulueños.

El hecho fue descubierto anoche por un grupo de voluntarios de la Fundación Animal Safe, que propende por el bienestar de los canes abandonados.

José David Lozano, miembro de esa organización no gubernamental, dijo que los funcionarios de la Secretaría de Salud de Tuluá les cortaron la cabeza a estos animales, incluyendo a dos gatos, supuestamente para estudiar sus cerebros en una universidad de Cali.

Lo incorrecto del procedimiento fue que los empleados del Centro de Zoonosis empacaron los cadáveres de los perros en costales de fibra y los pusieron en la calle para que el carro recolector de las basuras los recogiera.

"Lo criticable de todo esto es que estas personas no hicieron el procedimiento adecuado, por que los vecinos dijeron que durante todo el día se escucharon alaridos y el llanto de los animales, supuestamente cuando los estaban asesinando", manifestó Erika Franco, estudiante de enfermería de la Universidad Central del Valle, Uceva.

Por su parte, Andrés Mauricio Ruiz, quien hace parte de la Fundación Defensora de Animales, calificó el hecho como "un crimen".

Por su parte, el secretario de Salud de Tuluá, Eliecid Ávila Ávila, se abstuvo de hacer comentarios al respecto. Sin embargo, el médico veterinario del Municipio, Gustavo Muñoz, indicó que la Ley 84 de 1999 ordena que por cada mil perros que hayan en las ciudades se debe sacrificar un animal para estudiar sus cerebros.

Credito
EL PAÍS - COLPRENSA

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