Según indicó ayer la Fiscalía, en la audiencia de legalización de captura, la mujer se hizo pasar como funcionaria de una fundación que ayudaba a madres de escasos recursos, ofreciéndoles a los padres de la pequeña, detalles, regalos y comida, lo que creó una cercanía entre ambos y los llevó a que se encontraran hace dos semanas y hubiera un intercambio de llamadas.

Posteriormente la mujer siguió llamando a los padres, pero esta vez les decía que en el próximo encuentro les daría una bañera, pero que el requisito era que la madre acudiera sola.

En principio los padres de la bebé no acudieron a dicho encuentro, pues no tenían el dinero para pagar un taxi desde el sector de El Aguacate hasta la iglesia del barrio Fátima, pero ante la insistencia de la secuestradora accedieron, ya que de paso podrían hacerle algunos chequeos de salud a la niña.

El secuestro

A las 4:00 de la tarde del pasado jueves se dio la reunión entre la mujer y la madre. Allí llegó la raptora, pero no tenía los regalos que prometía, por lo que engañó a la madre diciéndole que ella también estaba en embarazo y que la habían citado para entregarle cosas como pañales. Después le dijo que fuera y sacara fotocopia de su cédula, ya que este documento era exigido por la fundación para que le entregaran las cosas, mientras tanto ella cuidaría de la niña. La madre fue y la mujer aprovechó para desaparecer con la bebé.

Dos horas después la madre denunció el caso a línea de emergencia de la Policía y la institución destinó hombres del Gaula para que iniciaran las investigaciones. Los uniformados del Gaula realizaron entrevistas con familiares de la raptora y esto los llevó a dirigirse al barrio El Bosque, en donde supuestamente estaba la mujer.

Según la Policía, a medianoche se logró la ubicación de la mujer y su compañero en una calle del barrio El Bosque, ambos tenían a la bebé. Allí la intervinieron, rescataron a la menor y los capturaron.