General (r) Suárez Tocarruncho en el ojo del huracán por Cacica la Gaitana

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
La Corporación decidirá mañana si los testimonios dados contra el funcionario lo implicarían directamente con el transporte ilegal de armas desde Santa Marta hasta Alvarado, en el Tolima.

Ante la Sala Penal del Tribunal Superior de Bogotá compareció ayer el general en retiro, Lelio Fadul Suárez Tocarruncho, por su presunta participación en la falsa desmovilización de la compañía ‘Cacica La Gaitana’ de las Farc.

La Fiscalía le imputó cargos por los delitos de peculado por apropiación en favor de terceros; fabricación, tráfico y porte de armas de fuego o municiones de defensa personal; fabricación, tráfico y porte de armas de uso privativo de las Fuerzas Armadas; y fraude procesal, este último cuando se desempeñaba como director de Inteligencia y Contrainteligencia del Ejército Nacional.


El ente acusador basó su petición de medida privativa de la libertad en que el alto oficial representa un peligro para la sociedad, además de que podría obstruir de alguna manera el proceso.


Según se ha dicho Suárez Tocarruncho, estuvo vinculado directamente con los hechos ocurridos el 7 de marzo de 2006, cuando 62 supuestos guerrilleros de las Farc entregaron sus armas en Alvarado, Tolima. Su cargo le habría permitido estar al tanto de los pormenores de la desmovilización que, finalmente, fue descubierta por tratarse de un “embuchado”, tal como lo calificó el mismo Raúl Agudelo Medina, alias ‘Olivo Saldaña’, el exguerrillero considerado el cerebro de la desmovilización.


De acuerdo con el ente acusador, Suárez Tocarruncho, se reunió en repetidas ocasiones en la cárcel La Picota de Bogotá con alias ‘Olivo Saldaña’ con el fin de conocer los pormenores de la desmovilización de los 62 supuestos insurgentes.

 El alto oficial habría sido quien ordenó a los coroneles Jaime Joaquín Ariza y Hugo Alberto Castellanos que estuvieran pendientes del transporte de las armas entregadas durante la desmovilización, las cuales venían de Santa Marta hacia Bogotá, y que más tarde fueron almacenadas en el Batallón de Inteligencia Número Cinco, para luego ser llevadas a la vereda La Tebaida, municipio de Alvarado, para ser entregadas.

Según la Fiscalía  el exgeneral entregó a Restrepo la lista y los detalles de la desmovilización de la compañía ‘Cacica La Gaitana’, ya que era la persona con más  conocimiento de quiénes eran los supuestos guerrilleros que estaban dejando las armas.

 

¿EL CHIVO EXPIATORIO?
El general (r) Lelio Fadul Suárez Tocarruncho fue nombrado por primera vez, por el desmovilizado José Alfredo Pacheco, alias ‘Dairo’, quien dijo que el oficial fue la persona encargada de ejecutar junto con el general (Mario) Montoya “la falsa desmovilización del frente Cacica la Gaitana de las Farc”.

Según Pacheco, el oficial también se habría encargado de entregar “uniformes, botas, reatas y pistolas” a los supuestos desmovilizados y al parecer, de acuerdo con Verdad Abierta, de conseguir 18 personas para conformar el frente.


Más tarde la abogada del excomisionado de Paz,  Mildred Hartmann, señaló que “el general Lelio Suárez fue la persona que se encargó de las armas” y que su cliente, Luis Carlos Restrepo, no tuvo nada que ver con eso.


Señaló que su apoderado no podría percatarse de alguna falla en la desmovilización pues esta contaba  con la aprobación del entonces ministro de Defensa, Camilo Ospina; el ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt de la Vega; el director de inteligencia del Ejército, general Lelio Suárez Tocarruncho, y el presidente de la época, Álvaro Uribe, según señaló Semana.com.


Bajo esta misma hipótesis la Procuraduría señaló que Suárez Tocarruncho tenía conocimiento de las identidades de los desmovilizados y fue él quien impartió las órdenes para que el coronel Jaime Ariza y su homólogo Hugo Alberto Castellanos se encargaran del manejo y el transporte de las armas desde Santa Marta hasta la hacienda La Tebaida.

 

 

Credito
COLPRENSA

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