Cenizas del Ruiz siguen haciendo daños

ARCHIVO - EL NUEVO DÍA
No solo ceniza, preocupación y pérdidas económicas ha dejado el Volcán Nevado del Ruiz por su actividad naranja de los últimos 11 días. También hay enseñanzas y la necesidad de darles la mano a comunidades necesitadas.

Doña Beatriz Giraldo no olvidará la lección que aprendió. Ella está encargada de encender una de las alarmas ubicadas cerca al río Chinchiná, más exactamente en el sector El Pescador, en caso de cualquier eventualidad volcánica.

El pasado 29 de mayo, cuando el Ruiz expulsó ceniza que el viento llevó hasta poblaciones del Valle del Cauca, su teléfono celular recibió 15 llamadas, pero ella no las quiso contestar. Eran las 3:30 de la mañana, pensó que era la amiga "cansona" de uno de sus hijos. Se volvió a dormir, y a las 4:30 de la mañana la despertó la Policía tocándole la puerta de la casa para que encendiera la alarma y le avisara a la comunidad de El Pescador (cerca a Cenicafé) que debía evacuar preventivamente.

No saben qué hacer

La de doña Beatriz es una de las 24 familias que recibieron orden de evacuación preventiva el pasado sábado, la expidió la OMPAD para evitar riesgos por avalancha o por flujos de lodo para quienes habiten en cercanías a los ríos que pasan por Rioclaro, Cenicafé, Santágueda y el Kilómetro 41.

A los afectados les están pagando $150 mil como subsidio de arrendamiento, pero para algunos eso no es ayuda.

Luz Mila Buitrago y su familia trabajan en una finca que está a unos 20 metros arriba del río Chinchiná, les ordenaron evacuar, pero sostiene que no se pueden mover con lo que les dan. "Se pone uno sin saber qué hacer. En reunión del martes dijeron que por estar lejos del río no pasará nada, pero otras autoridades dicen que hay que dejar la zona. No dormimos una noche completa", expresó Luz Mila.

Más abajo, en una casa al pie de la antigua vía a Chinchiná, doña Beatriz renegaba el pasado miércoles por los $30 mil que tuvo que gastar para subir a Manizales y tramitar el subsidio. Con su yerno Ricaurte Ríos asegura que esto no es ayuda para que les alquilen un lugar digno. "Además, quién va a cuidar lo que quede en las casas".

Triste antecedente

Luis Antonio Cubides trabaja con Ricaurte como arenero, pero vive en Chinchiná. A ambos les preocupa que la labor ha bajado mucho por las advertencias de las autoridades y porque a los volqueteros les da temor ir por material al río Chinchiná. "No tenemos con qué alimentar las bocas que esperan en la casa, y de sobremesa aparece la evacuación", dijo Luis.

A las familias de Beatriz y de Luis les tocó la erupción del Volcán hace 26 años. Recuerdan que corrieron montaña arriba para salvar sus vidas, pero que infortunadamente allí perdieron a padres, hermanos y otros familiares.

"Hubo avisos, pero la gente no creía que se fuera a subir. La avalancha se llevó unas 40 casas. Ahora sí creen", sostuvo Luis.

Responde la OMPAD

David Fernando Arias, jefe de la OMPAD, manifestó que a nadie se le puede obligar a evacuar, y que de permanecer en las casas, deben asumir toda responsabilidad en caso de una eventualidad con el Volcán."A las familias se les ha tenido informadas. La Policía y Bomberos hacen recorridos por la ruta que se considera de riesgo, para advertirles. También se ha hecho capacitación para el manejo de las alarmas, a través de cadenas de llamados, y sobre cómo actuar. Ellos firmaron las órdenes de evacuación y aceptaron buscar dónde ubicarse, así fuera para dormir en las noches donde familiares".

Sobre el valor del subsidio de arrendamiento, el funcionario respondió que se paga lo asignado por el Comité de Emergencias, que es igual para todos los casos de damnificados. Agregó que la comunidad no aceptó un albergue en el patio del Colegio La Violeta porque para ellos esta modalidad tiene inconvenientes sociales y ambientales.

El calor está generando flujos de lodo

Una comisión de campo que estuvo en el Volcán Nevado del Ruiz constató que en sectores cercanos al cráter Arenas hay abundante caída de ceniza y pequeños flujos de lodo en la parte alta del río Molinos.

Según el coordinador (e) del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Manizales, Álvaro Pablo Acevedo Naranjo, el río Molinos, que nace en la cabecera del Ruiz, cae a los ríos Claro y Chinchiná. "Debido al incremento de las temperaturas, por el verano, las cenizas absorben el calor y esto ayuda a que se funda parte del glaciar. Hay sectores que se movilizan y se forman pequeños flujos de lodo, la mayoría quedan en el valle y otros pueden seguir hacia el río. Por eso, durante el día, se podrán ver los ríos de color algo oscuro y crecer un poco el caudal, que se disminuye en la noche".

El Ruiz sigue en nivel naranja, que significa probabilidad de erupción en días o semanas.

Los vuelos siguen cancelados


Reinerio Cuartas, administrador del aeropuerto La Nubia, aseguró que la terminal aérea cumple hoy 11 días sin operaciones tras la emisión de ceniza del Volcán.

“La situación sigue igual. Se han cancelado 240 vuelos, 120 saliendo de Manizales y 120 saliendo de Bogotá y de Medellín. Lo que se dice es que mientras el volcán siga emitiendo ceniza, el espacio aéreo seguirá cerrado, lo que puede demorar días o semanas. Tenemos que tomar conciencia de que los próximos días el aeropuerto La Nubia no operará y que todo va a tener que ser por Pereira”, dijo.

Sobre la situación de los locales comerciales que funcionan en la terminal, Cuartas expresó que ningún negocio ha cerrado sus puertas hasta ahora y que “abren todos los días, así sea para vender un confite”.

Credito
LA PATRIA - COLPRENSA

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