Un grupo de toreros colombianos, franceses y españoles, entre ellos Julián López "El Juli", se entrevistaron con el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, para solicitarle que interceda en la reanudación de las corridas en Bogotá.

Diestros y comunidad taurina colombiana consideran ilegal la decisión tomada en junio por la alcaldía de la capital, encabezada por el izquierdista Gustavo Petro, de no ceder la plaza de toros municipal La Santamaría para corridas.

El presidente Santos recibió en su residencia oficial a los colombianos Luis Bolívar y Pepe Manrique; los españoles Miguel Ángel Perera y "El Juli", y el francés Sebastián Castella.

Los toreros pidieron al mandatario que intervenga para que se levante la prohibición de las corridas en La Santamaría, que consideran una violación a los derechos laborales de este gremio y un ataque a la cultura taurina.

El objetivo de la entrevista era "expresarle nuestro pesar por todas las cosas que han pasado y un apoyo a lo que significa la cultura del torero y la gente que vivimos de esto", explicó "El Juli" a la prensa tras el encuentro.

La Presidencia colombiana no ha informado sobre la postura que asumió Santos, mientras medios locales apuntan que se habría comprometido a explorar la posibilidad de que las corridas sean declaradas como patrimonio cultural.

La alcaldía encabezada por Petro, un exsenador y exguerrillero del desmovilizado M-19, revocó en junio el contrato por el cual cedía La Santamaría (unos 14.000 espectadores) a la Corporación Taurina de Bogotá para la tradicional temporada de corridas de inicio de año.

La medida busca evitar que un espacio de propiedad pública sea empleado para "torturas y trato cruel hacia los animales", argumentó la alcaldía.

Al hacer pública su decisión, la alcaldía también enfatizó que la Corporación Taurina se negó a cambiar el reglamento de las corridas para evitar la muerte del toro, como se le había solicitado para cumplir con un pronunciamiento que emitió la Corte Constitucional de Colombia en 2010.

La temporada taurina de Bogotá, que corre peligro de no celebrarse en 2013, se cuenta entre las más importantes de Colombia, uno de los países con mayor afición de América Latina.

El debate sobre la violencia en las corridas de toros se ha extendido en los últimos años en España y varios países de América Latina.