La Fiscalía considera crimen de lesa humanidad el asesinato de Lara Bonilla

Un juez será quien tendrá la última palabra en declarar o no el delito como de lesa humanidad.

28 años después del asesinato del entonces ministro de Justicia, Rodrigo Lara Bonilla, la Fiscalía octava Especializada de Derechos Humanos lo consideró como un crimen de lesa humanidad.

Según el vicefi scal, Jorge Fernando Perdomo, se determinó que el crimen de Lara Bonilla ocurrido el 30 de abril de 1884, debe seguirse investigando de manera indefi nida.

“Debe seguirse investigando, porque se considera que se trata de un supuesto de lesa humanidad y sigue unas reglas de imprescriptibilidad reconocidas por el derecho penal y el derecho penal internacional”, señaló el representante del ente acusador. 

Perdomo recordó que el caso empezó siendo de conocimiento de un juzgado de instrucción criminal, pero que llegó a la Fiscalía en 2007, a la Unidad de Derechos Humanos.

“Ha habido algunos resultados, una persona condenada. 
Se han logrado identifi car los autores materiales y se sabe en qué contexto se realizó este crimen. Sin embargo, la Fiscalía considera que aún hay algunas acciones investigativas que deben adelantarse y por eso aún no ha prescrito”, puntualizó.

El Vicefi scal aseguró que la determinación parte de la necesidad de indagar aún más en el caso del exministro asesinado por el cartel de Medellín.

“Estamos pensando en recaudar algún material testimonial de personas que pertenecían al cartel de Medellín y que seguro nos pueden dar algunas informaciones que pueden ser relevantes para elesclarecimiento de este caso, como es el señor John Jairo Velásquez, alias ‘Popeye’ y Carlos Álzate Urquijo, ‘Arete’ (extraditado)”, manifestó Perdomo.

El representante del ente investigador analizó que para que un hecho criminal sea declarado de lesa humanidad debe cumplir con ciertas características:

“Debe hacerse una doble imputación, es decir dos ejercicios de responsabilidad. 
Identifi carse un contexto delictivo que implique un ataque sistemático y generalizado contra la población civil, y segundo, debe haber un hecho concreto que esté claramente relacionado o frente al cual existe un nexo de causalidad con ese contexto generalizado”, manifestó.

Para el caso de Lara Bonilla se analizan los ataques que venía ejecutando para la época el cartel de Medellín, en cuya cabeza se encontraba Pablo Escobar, en contra la población civil y funcionarios del Estado, y cómo el homicidio hizo parte de dicho contexto generalizado y sistemático.

Credito
COLPRENSA

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