En declaraciones separadas, tanto desde La Habana, Cuba, por parte del jefe negociador Humberto de la Calle, como en Colombia, en Apartadó, Antioquia y Bogotá, por parte del presidente Juan Manuel Santos y el ministro del Interior, Fernando Carrillo, el Gobierno volvió a expresar la necesidad de encontrar rápidamente la firma del acuerdo. 

De la Calle, al entregar la declaración oficial tras la terminación de la octava ronda de negociaciones (que se cumplió entre el 23 de abril y el 2 de mayo) sostuvo que “hay una sensación dual al evaluar esta fase de las conversaciones: por un lado hay avances, reconocemos avances en el tema de política social, pero tengo el deber de informar a la opinión pública de que a nuestro juicio el ritmo de las conversaciones ha sido insuficiente”. 

Señaló, además, que se entregó ese balance positivo en lo social, “pero podríamos haber progresado mucho más, creemos que la mención pública sobre puntos y avances no es suficiente, esto lo debemos llevar a la mesa y convertirlo en realidad”. 

Frente al punto segundo de la agenda, el de la participación política, De la Calle sostuvo que hay un insumo importante que quedó del foro que se realizó esta semana en cooperación de la ONU y la Universidad Nacional. “Pero insistimos en que la opinión pública reclama resultados”, añadió. 

A su turno, el ministro del Interior, Fernando Carrillo, al término de una reunión con directores de medios de comunicación en donde también se habló sobre el proceso de paz, también se pronunció en el mismo sentido. 

“El ritmo de la negociación tiene que recuperar su forma, pienso que el negociador principal, Humberto de la Calle, está poniendo el dedo en la llaga. El país no puede esperar tiempos ilimitados en esta negociación”, sostuvo Carrillo. 

El ministro aseguró que el país “quiere entrar al punto de la participación política, quiere entrar al tema de víctimas y por eso pienso que los tiempos son importantes”. 

Insistió que el tema del tiempo es fundamental, porque parte del acuerdo se deberá soportar con un trámite en el Congreso de la República. “Esto es fundamental si se tiene en cuenta que la agenda legislativa es limitada y por eso las negociaciones tienen fecha de caducidad”. 

En Apartadó, el presidente Santos dijo en el marco del Acuerdo para la Prosperidad, que la guerrilla debe apurarse a cambiar “las balas por los votos”, porque de lo contrario cada vez será más férrea la lucha de parte de las Fuerzas Militares contra las Farc. 

Entre tanto, en su declaración por separado, en La Habana, el jefe negociador de la guerrilla, alias 'Iván Márquez', manifestó que se sienten satisfechos con lo que se ha negociado hasta el momento, lo cual pude permitir seguir encontrando acuerdos entre las partes. 

El guerrillero, además, indicó que sí consideran importante buscar una “reconciliación” con las víctimas en los casos en que se haya “cometido errores”. No obstante, volvió a insistir en que las Farc no se dejará juzgar por la justicia colombiana, la cual la consideran "corrupta". 

El comunicado conjunto

Al termino de este ciclo, tanto el Gobierno como las Farc emitieron un comunicado conjunto en el cual resumen lo que se trabajó en estas dos semanas. 

“Como resultado del trabajo que han realizado las delegaciones en este ciclo de conversaciones, se presentaron avances importantes en la construcción de nuevos acuerdos sobre los temas de programas de desarrollo con enfoque territorial, infraestructura y adecuación de tierras, desarrollo social (salud, educación, vivienda, erradicación de la pobreza), estímulo a la producción agropecuaria y a la economía solidaria y cooperativa. 

"Punto sobre los cuales hemos dejado un borrador de acuerdo después de discutir en profundidad sobre problemática, tal y como nos lo demandan los colombianos, que en su gran mayoría apoyan los diálogos de La Habana”.