“Fue impactante hallar estas personas muertas. El arma que utilizó Bossio Ayala contaba con salvoconducto”, dijo el oficial Carrero. 

El arma era un revólver marca Llama Martial, calibre 38, con tres cartuchos percutidos. 

Indicó que luego de los análisis que se han hecho y por la rigidez de los cuerpos, se considera que el hecho se pudo haber registrado en la madrugada del día miércoles. 

Según la información del oficial, el macabro hallazgo se produjo porque los familiares de los occisos estaban preocupados porque durante el día jueves no pudieron comunicarse con ellos. En visto de lo anterior decidieron llamar a las autoridades que llegaron hasta el apartamento 422 del Edificio Tozcana en la carrera 44, número 100-81 del barrio Miramar, ubicado en norte de Barranquilla. 

Al ingresar se encontraron con los tres cuerpos tendidos en el piso del apartamento. 
Uno de los cuerpos era el de Alfredo Bossio Ayala, quien presentaba un disparo con arma de fuero en la sien derecha. 

En el mismo lugar se encontró el cuerpo de Katherine Miranda Parra, 30 años de edad (esposa) y también presentaba una herida de bala en la región temporal del costado derecho, con salida por el costado izquierdo. 

Y el tercer cuerpo que hallaron los miembros de la Policía fue el del niño de 4 años quien presenta un disparo de arma de fuego en la región temporal lado derecho, sin orificio de salida. 

Según informaciones suministradas por miembros de la Sijín, los vecinos del lugar les habían indicado que ellos no escucharon los disparos. 

La hipótesis que manejan las autoridades es que Alfredo Bossio Ayala primero le disparó a su esposa, luego lo hizo con el menor y por último se suicidó. 

De Bossio Ayala se supo que trabajó en una empresa de servicios públicos en la ciudad de Barranquilla y más tarde viajó a Bogotá donde permaneció por un tiempo y después se regresó a la capital del Atlántico. Se conoció que actualmente se dedicaba al negocio de la compra y venta de chatarra. 

De Katherine Miranda, no su conocieron detalles porque sus familiares no quisieron dialogar con los medios de comunicación. El niño era estudiante de primero de primaria.