Investigación por magnicidio de Galán aún no concluye

Colprensa - el nuevo día
Han pasado ya cinco lustros del asesinato del líder santandereano y la investigación de la Fiscalía aún no arroja total claridad sobre las motivaciones y autores del crimen que estremeció al país. Gloria Pachón y sus hijos lo recuerdan hoy y hablan sobre el caso.

RESUMEN AGENCIAS

La vida de Luis Carlos Galán Sarmiento fue corta, pero a la vez intensa e inolvidable. Si el 18 de agosto de 1989 las balas asesinas no hubieran impactado en su cuerpo, el próximo 29 de septiembre celebraría su cumpleaños número 71, rodeado de su esposa, Gloria Pachón, sus tres hijos, Juan Manuel, Claudio y Carlos Fernando, y los nietos que estos le han dado.

Se quedó sólo. Su grito no tuvo eco. Nadie le puso atención. Convocó a los partidos y a los medios de comunicación, a empresarios y a amigos, pero, cuenta Alonso Salazar en su libro “Profeta en el desierto” que a los “pocos días se quejó de la falta de receptividad. Tanto las izquierdas como las derechas evadían el debate y transaban con los narcotraficantes en diversas regiones del país buscando beneficiarse de su dinero o de su influencia social”.

A pesar de esto, Galán parecía imbatible y frente a esta soledad ideológica, dijo que el país vivía “unas largas vacaciones morales” y siguió con su debate frontal contra los narcotraficantes, acompañado por algunas columnas del entonces director de El Espectador, Guillermo Cano, quien escribió una seguidilla de artículos contra la mafia.

Sin embargo, desde siempre, el discurso de Galán estuvo marcado por la obsesión de golpear el monstruo mafioso que dormía bajo el cuidado de políticos solapados.

Fue por eso que en 1984 cuando el líder del nuevo liberalismo Jairo Ortega adhirió a su campaña e inscribió en segundo renglón a Pablo Escobar, Galán —cuenta Salazar— en un acto público en el parque de Berrío, rechazó estos vínculos y expulsó de la campaña a Ortega y a Escobar, no sin antes sentenciar: “No podemos aceptar el apoyo de personas que no tienen cómo explicar sus fortunas”.

El profesor de la Universidad de la Sabana, Hernán Olano, recuerda que Galán también hizo una arriesgada oposición en el Congreso cuando se veía venir la presencia de Escobar en el Capitolio.

Maruja Pachón, directora de la Escuela Galán, recuerda que la preocupación de Galán por el narcotráfico no tenía nada que ver con una posición moralista, ya que era un liberal y un demócrata. “Su preocupación era que veía el enorme crecimiento de las organizaciones criminales que venían desarrollando una economía enorme, y la penetración que tenían en la sociedad, en la política. Siempre manifestó un rechazo categórico a esa cultura mafiosa”.

“La lucha de mi padre fue contra carteles”

Aunque su crimen todavía está impune, Luis Carlos Galán Sarmiento, parece que trascendió con el tiempo. Han pasado más de dos décadas, desde que fue asesinado, minutos antes de dar un discurso, con el que aspiraba sumar votos para así llegar a la Presidencia. No solo su sueño de llegar a Palacio se desplomó, también el de tener un país con una política antidrogas clara, pues esta es la hora que no la han definido.

Para el senador e hijo de Luis Carlos Galán, Juan Manuel Galán, la muerte de su padre no fue en vano y en todos estos años sin él, se han generado algunos logros que vale la pena reconocer.

“Creo que en estos 25 años después del asesinato de mi padre, el gran logro son unas instituciones más fuertes para enfrentar los desafíos de las mafias”.

Según él, ahora “somos más conscientes de la importancia que tiene buscar otra estrategia para derrotar los carteles, golpeándolos donde más les duele: el bolsillo”.

Galán aclaró que la lucha de su padre no fue contra los consumidores, sino contra los carteles que manejaban el país y lo tenían sumido en el terror.

“Mi papá no les tenía miedo a los grandes enemigos”:

Mi papá fue un político coherente, que siempre buscó mantener esa coherencia sin importar el escenario que estuviera enfrentando. ¡Valiente… No le tenía miedo a enfrentarse a grandes problemas ni a grandes enemigos.

Mi papá demostró que Colombia requiere un cambio en la mentalidad de sus habitantes. Siempre trabajó por lograrlo. Él decía que esperaba que el país lo recordara como una persona que contribuyó a cambiar el modo de pensar y lo logró. Era el eje de su lucha, así lo afirmó Carlos Fernando Galán, uno de los hijos del recordado líder liberal Luis Carlos Galán.

Creo que es un ejemplo para todos los colombianos y para quienes quieran hacer política, porque él nos enseñó cómo se debe hacer la política. Un político ejemplar.

Hoy estoy convencido que Colombia sí aprendió mucho de mi papá, sin lugar a dudas, hay un sector de la opinión pública que entendió la lucha de él y que ha demostrado que no fue en vano.

Credito
EL NUEVO DÍA

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