"Esto no es una comisión de la verdad, somos una comisión histórica (...), es mucho más (es) proponer unos hilos interpretativos sobre el conflicto armado desde miradas muy plurales", explicó la politóloga María Emma Wills, la única mujer de la comisión, durante la presentación del grupo.

El equipo de 12 expertos y dos relatores --incluye a un francés (el sociólogo Daniel Pécaut) y su creación fue recibida con algunas críticas en Colombia- quedó conformado en una sesión encabezada por los negociadores de paz del gobierno de Juan Manuel Santos y de la guerrilla comunista de las Farc, efectuada en el Palacio de las Convenciones de La Habana.

A la sesión asistieron diplomáticos de Cuba y Noruega, países "garantes" de las negociaciones de paz, y de Chile y Venezuela, que son "acompañantes".

El grupo investigará los "principales factores y condiciones que han facilitado o contribuido a la persistencia del conflicto" de medio siglo, así como sus "orígenes" y sus "múltiples causas".

También analizará "los efectos e impactos más notorios del conflicto sobre la población", según acordaron el 5 de agosto ambas partes, que están negociando la paz desde noviembre de 2012.

"Ésta es una comisión eminentemente académica, conformada por profesores universitarios, que no tiene ninguna intención política; en ese sentido no obedece ni a las expectativas del gobierno ni a los enfoques de las Farc. Es absolutamente independiente", declaró el académico Jairo Hernando Estrada, otro integrante.

"Hay que entender el trabajo de la comisión en el contexto de una negociación del gobierno nacional y la guerrilla, con el propósito de avanzar hacia la solución política del conflicto y (...) caminar la senda de la reconciliación", agregó.

"No tendrán ninguna restricción"

La creación de la "comisión histórica del conflicto y sus víctimas" tiene algunos críticos en Colombia, entre ellos el procurador general Alejandro Ordóñez, quien expresó: "la verdad como derecho no puede ser jamás el resultado de una negociación".

"Evidentemente estamos frente al prejuzgamiento de un ejercicio académico-intelectual que ni siquiera ha iniciado", dijo el politólogo Vicente Torrijos, otro integrante del grupo, sobre los comentarios del procurador.

"Invitaríamos a que cuando terminemos de hacer nuestro trabajo se haga una lectura del informe", añadió.

Las dos delegaciones de paz indicaron que los "expertos no tendrán ninguna restricción en los temas que aborden" y sus informes serán "insumos para las discusiones de los negociadores.

Sin embargo, estos informes "no eximen a nadie de responsabilidad por violaciones (de derechos humanos o del derecho internacional humanitario) cometidas en el desarrollo del conflicto", aclararon en un comunicado conjunto.

"En esa medida, será un insumo básico para una futura comisión de la verdad", agregaron.

"Cada uno de los doce expertos deberá producir un informe que combine profundidad y concisión". Los relatores harán resúmenes de estos reportes para presentarlos a los negociadores.

"Evitar las víctimas futuras"

Los expertos "nos van a hablar de las causas de los orígenes del conflicto armado colombiano, cómo fue su desarrollo, quién fue su responsable. Necesitamos esta verdad para que construyamos la paz sobre ese sentimiento sólido", dijo el jefe negociador de las FARC, Iván Márquez.

"Ha repetido el presidente Santos: tenemos el deber de mirar las víctimas pasadas, pero también evitar las víctimas futuras", declaró por su parte el jefe negociador del gobierno, Humberto de la Calle.

Las dos delegaciones de paz están ahora abocadas a la discusión sobre reparación de las víctimas, el cuarto de los seis puntos de la agenda, después consensuar los tres primeros: reforma rural, participación política de las FARC y drogas ilícitas.

Los dos bandos se culpan mutuamente por la violencia armada, que ha dejado 220.000 muertos y más de cinco millones de desplazados, según cifras oficiales.

Ahora viene comisión de desarme

El grupo de historia quedó constituido un día antes de la conformación de otra comisión técnica clave, la del desarme de las FARC, que estará integrada por militares y guerrilleros, y adelantará criterios para el siguiente punto de la agenda de paz.

Estas dos comisiones técnicas, a las que se agregará próximamente una tercera sobre género, sesionarán en forma paralela a los "plenipotenciarios" de ambas partes que negocian el acuerdo de paz.

Además de víctimas y desarme, el gobierno y las Fuerzas Armadas de Colombia (FARC) deben consensuar el mecanismo de refrendación de un eventual acuerdo de paz.