colprensa, cali

Los testimonios de un sobreviviente y de la familia que cuidaba la casa finca del sector La María, la interceptación de llamadas y varios videos de seguridad hacen parte de las evidencias reveladas el viernes en la audiencia en la que le imputaron cargos a tres de los presuntos autores de la masacre de ocho personas, cometida el 3 de octubre pasado en el sur de Cali.

“El móvil era eliminar al enemigo de alias Camilo, quien lo ordenó todo, porque J1 (Julio César Paz Varela, uno de los muertos) había dicho en la cárcel que iba a montar toldo aparte de su jefe”, aseguró uno de los fiscales en la audiencia. En las declaraciones del mayordomo de la casa, quien trabajaba para el propietario de la finca: el capo Leyner Valencia, extraditado a Estados Unidos, se revelaba que un día antes de la masacre, el 2 de octubre, fue contactado por alias El Mago -quien había trabajado para los Valencia y ahora es miembro de los ‘Urabeños’- que lo citó a un supermercado en Ciudad Jardín.

Esa noche los dos hombres durmieron en la propiedad. Y al día siguiente otro individuo, al que la Fiscalía señaló como ‘El Oso’, ingresó varias veces a la casa. Lo vieron con bolsas y maletines, en las que llevaba las armas. Según la Fiscalía, una vez llegó ‘J1’, junto con ocho de sus hombres, estos fueron inmovilizados. Solamente uno de ellos que se había quedado cerca a una de las dos entradas de la finca pudo correr cuando vio a varios hombres, algunos de ellos con uniformes de la Dijín y armados, salir de la casa. En ese momento, aprovechó su cercanía con la puerta y huyó. Al cometer el crimen, los sicarios huyeron en varios carros. Las cámaras de seguridad del Club Farallones y de varias residencias grabaron los vehículos. Uno de ellos un Mazda Milenium, el cual aparece en las grabaciones, fue encontrado en la vivienda de Roldanillo.