COLPRENSA, BOGOTÁ

Luego de los distintos casos de crueldad contra la niñez que se han conocido en el país a finales del año pasado y comienzos de este, como el caso de Johana Montoya, quien degolló a sus tres pequeños hijos en Atlántico, el pasado 18 de febrero, las autoridades inauguraron ayer la primera ‘Sala de crisis’ para atender a los menores afectados por la violencia.

Esta estará ubicada en la sede principal del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (Icbf), y se da como resultado de la propuesta del defensor del Pueblo, Jorge Otálora, de crear un grupo interinstitucional para prevenir, investigar y aplicar justicia frente a los actos de violencia contra la niñez.

Una labor en grupo

Esta sala contará con el trabajo articulado de funcionarios del Instituto Nacional de Medicina Legal, la Fiscalía, la Policía, el Ministerio de Defensa y la Procuraduría, entidades que buscarán erradicar las demoras y obstáculos que se presentan en cada institución en la búsqueda de ayuda inmediata.

“Creemos que con la Sala de crisis, que ha planteado el Bienestar Familiar y que involucra a todas las autoridades nacionales, la comunidad va a tener una respuesta más oportuna y efectiva de parte del Estado”, señaló el Defensor, quien además explicó que “en el caso de presentarse una denuncia por violencia infantil se va a dar una respuesta integral del Estado. En primer lugar, el Icbf va a reaccionar de manera más oportuna, va a estar la Policía de Infancia y Adolescencia, la Fiscalía, la Procuraduría y la Defensoría del Pueblo quienes pueden representar, acompañar y orientar a los familiares de la víctima”.