De la Calle lamenta muerte de militares pero sostiene que el proceso debe seguir

COLPRENSA - EL NUEVO DÍA
El jefe de la delegación de paz del Gobierno Nacional, Humberto De la Calle Lombana, aseguró al cierre del ciclo # 35, que lamenta la muerte de los militares en el norte del Cauca, pero se mantiene en que el proceso de paz debe continuar.

De la Calle manifestó que “el camino construido de confianza y esperanza ha sido lastimado” pero enfatizó que “desde un principio, la decisión de las partes fue adelantar los diálogos en medio del fuego”. Según él “las lecciones del pasado muestran que esta es la senda correcta”. 

De la Calle aseguró que comprende que “el camino escogido está lleno de obstáculos y que hay colombianos que no entienden que las conversaciones avancen en medio de la confrontación militar”. 

No obstante, reiteró que “desde el Gobierno tenemos el convencimiento de que esta difícil decisión es la que mejor garantiza la seguridad de los colombianos y la que permite a la Mesa de Conversaciones concentrarse en avanzar en los puntos sustantivos de la Agenda para llegar a un acuerdo y terminar el conflicto”. 

En este sentido, De la Calle afirmó que “lo que las Farc han incumplido es su propia palabra, su promesa de declarar y mantener un cese de fuego unilateral”. “Es en ese sentido de desescalar el conflicto armado y generar hechos de confianza, donde se ha hecho un grave daño”, agregó el negociador del Gobierno. 

Para él, “el mayor daño es a la credibilidad de las Farc. Una falta de confianza de los colombianos que ha sido expresada de un modo que no tiene antecedentes y que hoy se acentúa con la afirmación alucinante de que el Estado es el responsable de lo sucedido”. Para él “la responsabilidad recae exclusivamente en las Farc”. 

Sobre la declaración de las Farc de que la indignación la generan las clases dominantes a través de los medios de comunicación, De la Calle aclaró que “la indignación actual no es un fenómeno mediático, no es una estrategia ideada por alguien para atacar el proceso, o por la oposición política”. 

Según él, “esta es una reacción limpia, auténtica, espontánea de miles de colombianos que no solo expresan su dolor por estos 11 militares, sino por todos los colombianos que han caído en esta guerra”. Por esta razón, aseguró que el problema de las Farc hoy es con la gente, no con los militares ni con la llamada oligarquía”. 

Para De la Calle, “la razón por la cual los colombianos se conmueven tanto con los hechos ocurridos en el norte del Cauca es que esta vez, alcanzamos a acariciar la esperanza. El retroceso y la frustración son lo que ha generado este clima”. 

El negociador reiteró las palabras del presidente Juan Manuel Santos diciendo que “este no es el camino para presionar el cese bilateral y definitivo” y explicó que “un cese de esa naturaleza tiene que ser serio, verificable y tiene que ser pactado en la Mesa en los términos del Acuerdo General, que es en lo que está trabajando la Subcomisión Técnica”. 

El jefe negociador del Gobierno recuerda que para lograr ese cese bilateral y definitivo, “estamos discutiendo con presencia de militares activos los elementos de ese cese definitivo, hemos avanzado mucho, pero no es bajo la presión de los ataques como vamos a llegar a él”. De la Calle reiteró que “no se trata de pactar treguas imperfectas y frágiles en un momento de desespero, sino de hacer algo que perdure”. 

Sobre el tema de la celeridad en la negociación, De la Calle afirmó que “esa es nuestra exigencia en la Mesa, pero no se trata de dar una palmada en la Mesa para imponer públicamente cronogramas unilaterales. Se trata de que las Farc entiendan que, como lo dijo el Presidente, la paciencia de los colombianos se agota, y que entiendan también que mientras más dure el proceso, mayores son las posibilidades de que ocurran hechos que lo saquen de su curso o incluso le pongan fin”. 

El negociador reitera que “el diálogo, pese a todo lo que se diga, es el instrumento que puede poner fin a la guerra en forma menos dolorosa, menos prolongada y, sobre todo, más firme y duradera” y enfatizó que “poner fin a la guerra es más imperativo ahora que nunca”. 

El funcionario concluye su declaración diciendo que “el liderazgo del Gobierno debe asegurar que el país no caiga en la exaltación de la muerte. Hay que jugársela por la vida, pero también hay que ser realista”. 

“El diálogo no es un fin, es un medio. No estamos dispuestos a permanecer indefinidamente en la Mesa ni a pactar a cualquier costo. Nuestro deber es buscar soluciones, pero sin sacrificio de las libertades, sin dejar de lado el Estado Social de Derecho. En democracia, con respeto por nuestra Fuerza Pública y por nuestros valores que nos identifiquen como sociedad”, concluyó. 

La justicia depende de las responsabilidades 

Sobre el tema de la justicia en el postconflicto, Humberto De la Calle declaró que “hay que reconocer responsabilidades. Que no son sólo de las Farc… jamás lo hemos negado”. Para él, “todos los responsables tienen que mirar a la cara las víctimas, acudir a la reparación, garantizar que no se repitan los graves crímenes del conflicto”. 

Según él “todos deben acudir a la verdad, pero también a la justicia” y resaltó que “la justicia no es la hermana menor de la justicia transicional. La justicia transicional es también justicia”. 

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