Los cadáveres estaban enterrados en una fosa común, en un pequeño barranco. Todos presentaban heridas de bala, signos de tortura, y tenían las manos atadas hacia la espalda. Las autoridades policiales informaron que no portaban documentos de identificación. 

Además, hoy (martes), en el mismo sector hallaron otra fosa común con cinco cuerpos de los que aún las autoridades no han ofrecido detalles. Por ahora, los uniformados permanecen en el lugar recolectando evidencias de interés criminalístico.

La zona fronteriza con San Faustino, en el departamento de Norte de Santander, Colombia -donde operan bandas criminales implicadas en hechos delictivos-, fue tomada por comisiones de la Guardia Nacional, Policía del estado Táchira, Policía Nacional Bolivariana, Cuerpo de Investigaciones Científicas Penales y Criminalísticas (Cicpc), y brigadas de Protección Civil en el marco de las investigaciones correspondientes. 

Los investigadores presumen que estas personas pertenecían a un grupo generador de violencia al mando de alias Cara de Niña. Reportes de la zona señalan que el crimen se atribuye a los enfrentamientos que frecuentemente se registran entre Urabeños y Rastrojos. 

Alcalde de Ureña confirma el hallazgo 

El alcalde del municipio de Pedro María Ureña, Alejandro García, confirmó la noticia del hallazgo de los siete cadáveres. 

Aseguró que todavía no hay una confirmación de las identidades de las personas que se encontraron. "Podrían ser unos muchachos que desaparecieron el año pasado, hay cerca de ocho o diez desaparecidos y no sabemos si ellos pueden ser, en el transcurso del día tendremos más información", dijo García.