BOGOTÁ, COLPRENSA

Inició ayer el ciclo 37 de la negociación entre el Gobierno y las Farc en La Habana, en medio del tema de las minas antipersona.

A la entrada de la reunión, los integrantes de la delegación del Gobierno, en cabeza de Humberto de la Calle, remangaron una bota de sus pantalones, como protesta simbólica por la muerte de una menor indígena en Buenos Aires, Cauca, al activar una mina antipersona.

“Desde La Habana enviamos un mensaje de solidaridad a la familia de Ingrid Guejía Guecio, de 7 años, fallecida por el impacto de una mina. También a la comunidad indígena Nasa, a la que pertenecía, a los otros niños heridos y a la gran cantidad de víctimas de las minas”, sostuvo De la Calle.

El negociador reclamó a la insurgencia un compromiso definitivo en tal sentido.

“Llegó la hora de que las Farc asuman el compromiso de no sembrar una mina más. Es una paradoja que cuando comienza el programa piloto ocurra este hecho que conmueve a los colombianos y que merece la condena más vehemente”.

ENTREGA DE MENORES

Luego del anuncio hecho por las Farc en La Habana, Cuba, relacionado con la permanencia de menores de 15 años en sus filas, la directora del Icbf, Cristina Plazas, pidió no condicionar la entrega de ninguno de los menores.

“Reitero a las Farc que los colombianos exigimos la liberación inmediata de todos los niños menores de 18 años. Esto no puede estar condicionado, no más niños en la guerra. Demuestren su voluntad de paz”, aseguró Plazas Michelsen.