"Queremos manifestar nuestra complacencia por la manera como, a pesar de las especulaciones surgidas desde algunos sectores de opinión, instancias del gobierno han comenzado a actuar con relación a los dolorosos acontecimientos que estremecieron" a Bogotá, dijo el negociador Pablo Catatumbo a la prensa.

Las autoridades optaron "por asumir en forma diligente y buscando la verdad sobre los hechos, acudiendo a procedimientos de investigación y no de prejuzgamiento", dijo el representante de las Farc, a la entrada de una ronda de negociaciones de paz con el Gobierno, en el Palacio de las Convenciones de La Habana.

El jueves se registraron dos explosiones en Bogotá, una en el centro financiero y otra en una zona industrial, que dejaron 10 lesionados, ninguno grave, y daños materiales.

El ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, dijo el viernes que el gobierno ignora "quiénes son los responsables".

"Bien pueden ser grupos armados al margen de la ley de extrema izquierda o de extrema derecha", indicó Cristo a la local Blu Radio.

Catatumbo "deploró" que no se hubiese procedido con igual cordura en ocasiones anteriores, cuando se acusó a la guerrilla y tomaron represalias.

"¡Cuánto nos hubiéramos ahorrado en muertes, destrucción y tragedias", dijo.

Ambas partes retomaron el viernes las negociaciones en La Habana, en medio de amenazas al proceso de paz por un escalamiento del conflicto armado en las últimas semanas en Colombia.

Los negociadores buscan sellar un acuerdo parcial sobre reparación a las víctimas que dé oxígeno al amenazado proceso de paz.

Desde noviembre de 2012, ambas partes  han consensuado tres de los seis puntos de la agenda de paz y también acordaron un programa de desminado y la creación de una Comisión de la Verdad.

Pero todavía deben abordar el tema de la justicia para los crímenes cometidos a lo largo del conflicto armado de medio siglo, en el que tienen profundas diferencias.