COLPRENSA, BOGOTÁ

Aunque los homicidios en el país han disminuido, al punto de tener hoy la tasa más baja en los últimos 20 años, menos de uno por ciento por cada 100 mil habitantes (hace 20 años era del 12.5 por ciento), el derramamiento de sangre sigue siendo alto. Inquieta el incremento de las lesiones no fatales (violencia interpersonal, familiar, accidentes, abuso sexual, etc), y que está en el rango del 30 por ciento de los casos relacionados con intolerancia, riñas y ajustes de cuentas. La misma preocupación se presenta en el tema de suicidios de menores de edad.

Carlos Eduardo Valdés, director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses (Inmlcf) señaló que tan solo en 2014 se recibieron 25 mil 225 casos por muertes violentas, lo que se traduce en 900 mil 878 años de vida potencialmente perdidos.

A esto se suman los 371 mil 142 años de vida saludables perdidos por cuenta de los 284 mil 718 reconocimientos medicolegales practicados el año pasado.

“Desde hace dos décadas la OMS ha considerado las lesiones de causa externa como un problema sanitario a nivel mundial”, señala el informe ‘Forencis 2014, Datos para la vida’ en el que se puntualiza que unos 5.8 millones de personas mueren cada año en el mundo por esta causa. “La única solución para reparar este tejido social - dice Valdés- es la educación que se imparta a los niños.

MÁS VIOLENCIA

Carlos Eduardo Valdés, director del Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses indició que, “a pesar de que se presentaron menos homicidios, estamos registrando un incremento de la violencia no fatal, es decir de lesionados”. Añadió que “las lesiones que se están causando son cada vez más invalidantes, son lesiones con más intensidad”. Y concluyó que “la violencia y sus formas de cómo aplicarse se transmiten fácilmente: de voz a voz, por los medios y por películas”.